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Fuerte división interna en el congreso de la UGT de Valencia

El cuarto congreso provincial ordinario de la UGT de Valencia se está celebrando en un clima de fuerte división interna, por permanecer al margen del mismo un sector que representa casi la mitad de los votos que figuran en su acta de constitución. El cisma se originó el viernes por la tarde, poco después de empezar, cuando los miembros de este sector, que comprende la corriente más próxima al aparato del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE), abandonaron la sala del Ateneo Mercantil de Valencia, donde se está celebrando.Esos delegados, que pertenecen a cuatro federaciones de industria y otras uniones comarcales, incluida la de Valencia, abandonaron la sala al estar disconformes con el criterio de la mesa de credenciales, que decidió aceptar una impugnación al congreso comarcal de L'Horta Sud y, por tanto, impedir la presencia de la delegación de esta comarca en los debates y votaciones.

El secretario general saliente, Antonio Cebrián, que se presenta a la reelección, vio ayer aprobada la gestión de la ejecutiva con el 100% de los votos representados en la sala, 22.620. Los que permanecían fuera representan 22.611, pero hubiesen obtenido una ligera mayoría frente a Cebrián de haberse aceptado la presencia de la delegación de L'Horta Sub, que aportaba 2.939.

Apoyo de la ejecutiva

El secretario de organización de la comisión ejecutiva confederal de UGT, Antón Saracibar, que llegó ayer a Valencia, manifestó que este organismo reconoce como válido el congreso constituido y apoyará la ejecutiva que salga hoy del mismo, si bien intentará que se llegue a una solución pactada para hacer posible la presencia de todos en la asamblea.Saracibar propuso al llegar que el tema de la impugnación se debatiese y votase, pero el sector que se autoexcluyó decidió continuar fuera de la sala. La votación concluyó a favor de la decisión que había tomado la comisión de credenciales, por lo que Saracibar manifestó que consideraba este asunto como "una cuestión zanjada" y que en caso de recurrirse los resultados del congreso se tendría que hacer ante la comisión de conflicto y no ante la ejecutiva confederal.

Durante su informe de gestón, Cebrián dirigió duras acusaciones contra el sector dirigente del PSPV-PSOE, al que acusó de marginar en los últimos tiempos a la ejecutiva provincial de UGT.

El secretario general saliente, que, presumiblemente, será reelegido con los votos presentes en el congreso, está apoyado por todos los sectores del Partido Socialista que no son el propio aparato, al frente del que se encuentra el secretario general y presidente de la Generalitat valenciana, Joan Lerma, así como también por los restantes que existen en UGT.

El otro grupo, encabezado por el director general de Trabajo de la Generalitat, Eduardo Montesinos, tenía la intención de proponer como secretario general a Antonio Castro, que figuraba en la delegación impugnada y que militaba en USO hasta hace unos tres años.

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