El Comité Ejecutivo del PCE 'ignora' las declaraciones prosoviéticas de CarriIlo

El Partido Comunista de España (PCE) organizará una gran manifestación en Madrid en la segunda quincena de este mes, uniéndose así a la ola de protestas y manifestaciones en toda Europa contra la política exterior norteamericana en general y la instalación de los euromisiles en particular. Así lo decidió ayer el comité ejecutivo del PCE durante una larga reunión en la que se aprobó, por unanimidad, una resolución sobre política general y en la que, por el contrario, se soslayó, en lo posible, el tema de las recientes declaraciones de Santiago Carrillo.

La resolución aprobada por unanimidad reitera una oferta de negociación del PCE con el Gobierno "ante la gravedad de la situación económica". Fuentes comunistas informaron de que "sigue en pie" una petición de Gerardo Iglesias para entrevistarse con Felipe González sin que, hasta el momento, se haya obtenido respuesta de la Moncloa. La resolución critica la falta de política económica del Gobierno y reitera la necesidad de proseguir con las movilizaciones para obtener conquistas para la clase trabajadora.La misma resolución incluye una declaración sobre paz y desarme en la que se habla de la necesidad de conectar con las manifestaciones que se llevarán a cabo este mes en toda Europa como repulsa a la política norteamericana. Aunque esta declaración omite alabar o criticar la política externa de la URSS, Santiago Carrillo se unió al voto afirmativo de los restantes miembros de la ejecutiva, pese a que en sus últimas declaraciones se ha mostrado partidario de la política externa de Yuri Andropov.

El discurso pronunciado por Carrillo el pasado domingo en un cine madrileño apenas fue objeto de discusión en la reunión, que proseguía a la hora de cerrar esta edición. Sin embargo, el último punto del orden del día, incluía una revisión del proceso interno del partido ante el XI Congreso del mismo, que se celebrará en diciembre.

Medios dirigentes del PCE insistieron en que "no tendría sentido" iniciar ahora, desde el comité ejecutivo, una política de ataques mutuos y de descalificaciones, que no harían sino agravar el clima de tensión entre fracciones que ya existe dentro del PCE.