Mogens Glipstrup,
político danés que cumple una condena de tres años y medio en una cárcel de su país por defraudación millonaria de impuestos, ha cambiado el equivalente a 2.000 coronas (unas 32.000 pesetas) en monedas. La razón de esta curiosa decisión no es especulativa, sino para poder usar el teléfono automático de la cárcel. De esta manera, el dirigente del Partido del Progreso, y ahora defenestrado parlamentario, espera mantener contacto con algunos diputados de su partido que le siguen siendo fieles y continuar así controlando su partido e influyendo en la vida política danesa.
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