¿De dónde viene esa manía de correr?
Las motivaciones que encuentra el corredor para mantener asiduamente una actividad física son las siguientes:1. La preocupación por estar en buena forma física y no envejecer prematuramente. Es decir, por aumentar la calidad y la duración de la vida.
2. Eliminar mejor los síntomas emocionales de la ansiedad. y de la depresión, que son consecuencia de múltiples tensiones diarias.
3. Establecer o restablecer. una identidad psicológica independiente o sentido de lo propio de uno mismo.
4. Regular las distancias sociales y satisfacer las propias necesidades, tanto para la propia vida privada como para los con tactos sociales.
Todo comienza cuando se asume la, responsabilidad por cuidar de la propia salud, con es pecial énfasis en prevenir más que curar. Hay personas que ya han vivido lo suficiente para saber que sus vidas son limitadas en el tiempo y que deben invertir en intentar prolongar esa permanencia sobre la tierra, asegurando además la calidad de esos años. Por ello dejan de lado hábitos antivida, volviendo la espalda a lo que se acepta popularmente como buena vida, y se lanzan a las calles a correr.
Frecuentemente, esa preocupación por la longevidad surgió de encuentros personales con las enfermedades cardiovasculares e hipertensión, bien para aumentar su forma en ese aspecto o sufrido ellos, o personas muy próximas a ellos alguna enfermedad cardiovascular.
Con la carrera también se aprende a administrar la salud mental. Y encontrar alivio de la ansiedad y depresión, cuálesquiera que sean sus orígenes o causas, es una de las principales motivaciones para correr.
Para muchos, el correr servirá como un tranquilizante para aliviarnos de la ansiedad, temores y frustraciones diarias, ya sea corriendo al acabar el trabajo diario, por las tardes, o como prevención mañanera, para inmunizarnos para el resto del día.
Para continuar corriendo valen, esencialmente, las mismas razones por las que se empezaron. Prevalecen los efectos sobre lo que un día fue una experiencia. Los encuestados justificaron así el seguir, corriendo:
a) Para tener la sensación de liberación psíquica y fisiológica y de energización tras cada carrera.
b) Para mantener el cuerpo esbelto, sano y fuerte.
c) Por la satisfacción de encontrar una nueva e independiente identidad psicológica como corredor.
Los corredores, la mayor parte del tiempo, mientras se entrenan, no piensan. El correr les libera de pensar en sus problemas y, generalmente, pretenden encontrarse, a sí mismos, experimentar sus cuerpos, el entorno, meditar, etcétera. Parte del tiempo se condentran en cómo correr, respirar, mantener el ritmo, etcétera; y otra parte, en pensamientos creativos, ideas nuevas, artículos,conferencias, etcétera. Sólo una muy pequeña porción de tiempo, a pensar en problemas interpersonales.
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