Bajo el signo de las pérdidas
La última sesión de la semana volvió a estar claramente marcada por el signo de las pérdidas. Tan solo el indicador parcial de la bolsa bilbaína, más proclive a las operaciones de maquillaje realizadas con vista al corto plazo, en las que además no se suelen precisar grandes cantidades de títulos, consiguió expresar a su cierre una breve diferencia positiva referida a 22 centésimas.En el resto de los mercados, el comportamiento claramente negativo del sector eléctrico resultó determinante. Como si las furias se hubieran desatado sobre los sufridos corros eléctricos las órdenes vendedoras arrasaron los escasos tanteos de compras iniciales y los cambios de estas acciones terminaron presentando recortes de diversa consideración. El lunar -en este caso, blanco- del sector lo constituyó Eléctricas Reunidas de Zaragoza, que absolutamente lanzada hacia no se sabe muy bien dónde por los rumores interesados, sumaba un nuevo punto.
Tan solo el sector siderometalúrgico, y gracias a la inestimable aportación de las compañías automovilístias, fue capaz de ofrecer un balance global positivo. En el mercado madrileño, Santana, Motor Ibérica y sobre todo Fasa, con una ganancia de cinco enteros, se constituían en las notas de referencia a las que los optimistas se aferraban con desesperación.
En cuanto al grupo bancario, la oferta continuó dominando a los miembros del selecto club de los siete. No obstante, es importante destacar que de las 103.000 acciones a las que aproximadamente ascendían los restos vendedores conjuntos, algo más de 95.000 correspondían a Banesto. Sólo hubo dos avances entre estos distinguidos valores, los de Bilbao y Vizcaya, con tres y dos enteros de mejora, respectivamente, en el mercado madrileño mientras que Santander y Central se conformaban con repetir dotando a su acción de un cierto tinte de modestia, puesto que sus diferencias vendedoras oscilaban en tomo a las 5.000 acciones y Banesto, Hispano y Popular se replegaban, con cautela, en previsión de altercados de mayor consideración.
Entre las constructoras destacaba el alza en solitario de Dragados, sobre el que aparentemente volvía a centrarse una especulación profesionalizada con un objetivo establecido en el corto plazo. Vallehermoso y Asland experimentaban pequeños recortes, mientras que Valderribas, restablecida la normalidad tras el inicio de su ampliación de capital el pasado jueves, marcaba cambio de sus acciones al 300%, mientras que sus derechos de suscripción se pagaban a 298 pesetas.
Telefónica, que continúa: aparentemente afectada por los comentarios ya desmentidos sobre una posible eliminación de las ventajas fiscales a la inversión, perdía un punto, previsiblemente respondiendo a un diseño táctico de sus responsables que pretenden evitar situaciones comprometidas en fechas próximas a su ampliación de capital, que hoy por hoy continúa constituyendo uno de los puntos máximos de atención de los inversores, por el juego que pueda dar.
Para la póxima semana no se esperan cambios sustanciales en este deprimido panorama y todo lo más se especula con la posibilidad de que los vendedores cedan un tanto en su empeño, sobre todo en la parte que a las instituciones corresponde, y que el mercado pueda retomar un cierto nivel de tranquilidad por cuanto no se han observado cambios efectivos sensibles en el entorno de la economía nacional.
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