Smith y Abascal, estrellas de una reunión que recaudó 100 millones de pesetas

Era la primera vez que un atleta español intentaba establecer un récord mundial. No resultó. La primera liebre fue lenta, la segunda mejor. Abascal tuvo que tirar antes de lo previsto. De nuevo fue superado al final por hombres más rápidos. Abascal se quedó a seis centésimas de su marca, ya importante de por sí, porque le supone estar entre los diez mejores atletas de todos los tiempos. Pero la reunión de Zurich de ayer fue positiva para Abascal: "Ya puedo decir que estoy entre los mejores, porque en una prueba para récord mundial he sabido aguantar. Estas carreras te curten y en cuanto mejore mi velocidad final ya no necesitaré una carrera hecha a mi medida para que salga el récord". 27.000 personas acudieron al estadio de Zurich para ver a Abascal y otras estrellas mundiales. El precio medio de la entrada eran 3.500 pesetas que, con los derechos de imagen vendidos a 12 cadenas de televisión, suponen unos ingresos para el organizador cercanos a los 100 millones de pesetas.

El 1.500 era la carrera estelar de la reunión que ayer se celebró en Zurich, con un presupuesto de 75 millones de pesetas y un superávit para el señor Bluger de unos 25. Se intentaron los récords del mundo de 1.500, 5.000, 3.000 y pértiga. En unos casos las liebres fueron lentas, y en otros las figuras, cuando se quedaron solas, sacaron a relucir el gran número de competiciones que han tenido que afrontado.No obstante, Moses y Mamede -éste con, Jorge García como liebre- establecieron las mejores marcas del año en sus pruebas. Y hubo que descubrirse ante Carlvin Smith, ganador del 100 con 9.97 y del 200 con 19.99, prueba en la que derrotó al campeonísimo Lewis.

En cuanto a la participación española, victoria de Trabado, que no debe pasar inadvertida por producirse en una serie B, y antológico triunfo de Sánchez Vargas en uno de los finales de carrera más apoteósicos que haya tenido jamás un atleta español. Sala logró la categoría olímpica en 110 metros vallas.

La 'liebre' Bolt

El ataque al récord mundial de 1.500 se preparó con una primera liebre, el estadounidense McClive, que debía pasar el 800 en 52.00, y una segunda, el keniata Boit, para asegurar el ritmo hasta los 1.200 metros. McClive no cumplió su compromiso, pasó en 55.00. Abascal, que lo que necesita es un ritmo fuerte, iba frenando. Cuando vio el tiempo parcial ya sabía que el récord mundial era imposible.Boit hizo un buen relevo, pero la suerte estaba echada. Abascal pensé entonces en el récord de España que posee (3.33.12). Apartó a Boit y se lanzó para marcar el ritmo en la última vuelta. Scott, que tiene un final más rápido, le rebasó en la recta final. Deleze, empujado por su público, también. El Suizo hizo la marca de su vida (3.32.97); el ganador 3.32.71 y Abascal, 3.33.18. Detrás quedaron nada menos que Walker, Wessinghage y Maree. Aouita no salió por problemas estomacales.

Abascal se quedó a seis centésimas de su récord; esa diferencia le supuso no embolsarse 570.000 pesetas, suma de los premios prometidos por la firma comercial que le viste y por la Federación. "Mi complejo de segundón", dijo Abascal, "se me va quitando, pero todavía estoy lejos de considerarme un ganador nato. Lo podré ser con el tiempo Ahora sólo estoy en un momento formidable que quiero aprovechar y por eso intentaré correr mañana en Bruselas, además del domingo en Colonia y el próximo mes en Roma, persiguiendo el récord, pero sin garantizarlo, porque para ello tendría que tener una liebre perfecta, o correr en Santander. Porque la influencia que puede llegar a tener el público es asombrosa. Da etra manera no se entiende que Deleze, que no es hombre de ritmo, me ganara ayer".

Trabado y Sánchez Vargas no participaron en la reunión de Zurich como figuras y salieron como triunfadores. Trabado ganó la serie B de 800, donde se impuso en un final sensacional a seis rivales que presentaban mejor marca que él, entre ellos Paige y Koskei. Hizo 1.45.98, a 34 centésimas del récord de España, que no alcanzó por no disponer de liebre.

Sánchez Vargas no logró una marca deslumbrante (8.21.82) -tampoco hubo liebre- pero su última vuelta le consagró. Tomó la cabeza y dijo "quien quiera que me siga". Y Marsh, que llegó enrabietado, Maminski,y Reitz, todos ellos figuras en los mundiales, no pudieron ir tras él.

Estos no fueron los únicos campeones destronados. Wulbeck, Cameron y Lewis se despidieron sin haber conocido la victoria. Está demostrado que es tal la igualdad existente ahora en el atletismo que de diez veces que se repita cada carrera, diez vencedores distintos tendría. Sólo Moses sigue perteneciendo a otra época. Ayer ganó los 400 vallas con 49.37. Que iguala la quinta mejor marca mundial de todos los tiempos. Todas ellas son, naturalmente, suyas.

Resultados

Otras victorias fueron: en 400, Babnrs (EE UU) 45.07. En 800 A. Mack (EE UU), con 1.44.62. En 5.000 ganó Mamede (Por.), con 13.14.15. En 110 vallas, Foster (EE UU), con 13.25; cuarto fue Moracho, con 13.62, y quinto, Sala, con 13.64. En 400 vallas, séptimo, Alonso, con 49.95. En Altura, Trasnhardt, Dalhaeuser y Ottey, con 2,30. En pértiga, Vigneron (Fran.), con 5,70. En longitud, Grimes (EE UU), con 8,19. En disco, Wilkins (EE UU), 64,04. En jabalina, Petranoff (EE UU), con 91,64.En mujeres: en 100 metros, Griffith (EE UU), 10.96. En 200, Ottey (Jam.), 22.22. En 800, Klinger (RFA), 1.58.68. En 3.000, Decker (EE UU), 8.36.51.