Eleonora Fugazza
cansada de vivir sola, sin trabajo y sin afecto, decidió que lo mejor era ir a la cárcel, para lo cual esta italiana de 33 años tuvo que delinquir. Según informa Efe, Eleonora apedreó en Milán un coche de los carabineros que, como ella esperaba, la detuvieron y la encarcelaron. En la cárcel, dice Eleonora, "me encuentro bien y puedo hacer algunos trabajos que fuera no me dan". Tras conocer los motivos de decisión tan drástica, el juez Giuseppe Lacarelli decidió conceder la libertad provisional, a lo que Eleonora respondió con la amenaza de cometer delitos más graves. El juez se ha visto obligado a encerrarla de nuevo y ha decretado que se le haga un examen psiquiátrico.
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