La Generalitat considera la sentencia sobre la LOAPA como una victoria jurídica, política y moral

La Generalitat de Cataluña considera la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la ley orgánica para la Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA) como "una victoria jurídica, política y moral". Así lo manifestó ayer el presidente Jordi Pujol en una conferencia de prensa convocada para evaluar el fallo del Alto Tribunal. Pujol anunció que en los próximos días se dirigirá al presidente del Gobierno central, Felipe González, para expresarle la disposición del Gobierno de Cataluña a colaborar en una política autonómica acorde con el contenido y el espíritu de la sentencia del Tribunal Constitucional.

Pujol explicó al término de una reunión del Consell Executiu que era una victoria jurídica porque "la garantía máxima de los derechos de los ciudadanos es el Tribunal Constitucional y la ley adulteraba el contenido de la autonomía en España y rebajaba el Estatut". Un éxito político porque "en España democracia y autonomía van juntas, y no son válidas las afirmaciones de que para salvar la democracia hacía falta rebajar la autonomía". Una victoria moral porque "se nos acusaba de victimistas, insolidarios, crispadores y desestabilizadores, y ahora, después de la sentencia, habría que ver quién era insolídario, quién crispaba la atmósfera política y quién desestabilizaba la democracia". Enfatizó el alto grado de solidaridad con todos los pueblos de España que tuvo la presentación de los recursos de inconstitucionalidad a la LOAPA por parte de las instituciones de Cataluña y País Vasco, ya que "hemos conseguido salvar el techo autonómico de todas las comunidades, no sólo de Cataluña y Euskadi".Pujol señaló que pese a la triple victoria de la sentencia el Consell Executiu no tiene el propósito de entrar en una etapa de polémica y de discusión política con la Administración central por considerar que después de la sentencia es innecesario. Recordó que la institución autonómica "siempre ha estado abierta y disponible a un diálogo en profundidad" y, que después del fallo está "más dispuesta que nunca a participar y contribuir en todo lo que pueda ler bueno para la construcción del Estado". Pujol hizo votos para que el Gobierno y el partido que le apoya (PSOE) modifiquen a fondo su línea de actuación. A la vista de la nueva situación creada por la sentencia, la Generalitat considera que es necesario que ambos gobiernos examinen nuevamente los contenciosos existentes.

El presidente reiteró su deseo de que Cataluña, "a través de la máxima y más representativa institución" pueda trabajar con todas las fuerzas políticas y sociales españolas en el progreso de España. Este diálogo se haría sobre la base de que "la autonomía es real y que Cataluña tiene una personalidad diferenciada". "Sería un honor para la Generalitat que este ofrecimiento netamente institucional fuera real y sinceramente aceptado", dijo. No quiso pronunciarse sobre si la ley debía ser retirada o no de las Cortes generales, ya que considera que "los conceptos básicos han sido invalidados por el Tribunal Constitucional, la filosofía de la ley ha sido declarada ilegal y de las cinco siglas de la LOAPA sólo tres son constitucionales".

El Consell Executiu emitió al término de la reunión un comunicado en el que dice, entre otras cosas, que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la LOAPA justifica la constante oposición que ha mantenido el Gobierno de la Generalitat y que después de la sentencia no puede continuar "la política de rebajar el contenido autonómico de la Constitución; las actitudes y la mentalidad neocentralistas que habían ido ganando fuerza últimamente; y la voluntad de ignorar en la práctica la específica personalidad de Cataluña".

El Gobierno catalán considera que el nuevo estilo en política autonómica del Gobierno central ha de estar basado en un auténtico sentido autonomista, en el reconocimiento de la larga tradición catalana de lucha por la autonomía y en el pleno respeto del Estatut y la aceptación sin recelos de la específica personalidad catalana, tanto en el orden institucional y político como en el lingüístico y cultural.

Conversaciones con los partidos catalanes

Pujol, eufórico por el fallo del Tribunal Constitucional, no regateó críticas a los socialistas, con especial énfasis a la postura de los socialistas catalanes, y se preguntó si después de la sentencia se podía seguir diciendo que el Consell Executiu practicaba una política de victimismo. Anunció que en un futuro próximo convocará a los partidos con representación parlamentaria para analizar la situación creada y la perspectiva que abre para la autonomía catalana.

Sobre la reforma del Estatut propuesta por Esquerra Republicana (ERC), el titular de la Generalitat mantuvo una postura ambigua. Señaló simplemente que "se planteará en el momento oportuno", y que cuando se haga, "no se planteará desde una perspectiva armonizadora, sino en base a defender mejor los intereses de Cataluña, ya que no se trata de que este o aquel estatuto sea mejor". Pujol declinó cualquier otro comentario, aduciendo que antes debía conversar con el presidente del Parlamento catalán y secretario general de ERC, Heribert Barrera, que se encuentra de vacaciones y con el que aún no había conversado ayer.