Diana de Gales,
esposa del heredero a la corona británica, provoca desmayos entre sus hinchas, como en los años sesenta lograron The Beatles. En una reciente visita a Grimsby, en el norte de Inglaterra, cientos de personas que se concentraron desde la madrugada en las calles para verla sufrieron indisposiciones y desmayos. Menos mal que la princesa, que ayer celebraba en privado el segundo aniversario de su boda con el príncipe Carlos, visitaba la ciudad para inaugurar un hospital y los indispuestos fueron allí trasladados, informa la agencia .
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