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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un intento 'western' crepuscular

Está por ver si la versión de Dos hombres contra el Oeste que se emite dentro del espacio Sábado Cine es la americana- la que en su día se estrenó en España- o la europea, que cuenta con 18 minutos más de proyección. La que conocemos aquí se inscribe en la moda del western crepuscular, esa moda que surgió como última consecuencia del furor desmitificador con que algunos cineastas la emprendieron con el Oeste.

Ventajas e inconvenientes

La ventaja de lo crepuscular radica en que no hace descansar el interés del filme en su estricto contenido y su aproximación a la verdad histórica. Su inconveniente es que, demasiado a menudo, lo que se pretende es hacernos sentir que aquellos eran los últimos héroes, los últimos caballos, los últimos búfalos y los últimos amores de verdad, vocación finalista que llega a resultar fastidiosa, sobre todo si la realidad tiene algo que ver con el cine. Además, lo crepuscular acostumbra a ir adornado de redundantes crepúsculos, es decir: contraluces, flous, cámara lenta y todo tipo de odiosos trucos fotográficos.Dos hombres contra el Oeste debió surgir del deseo de Blake Edwards de huir de su encasillamiento como fabricante de comedias. El western de Edwards quería ser una tragedia, hablarnos de unos personajes que luchan por escapar de su destino y acaban siendo devorados por él, por esos grandes horizontes y por las frías noches bajo las estrellas.

Los protagonistas que se enfrentan a los dioses son dos vaqueros, hartos de cobrar un sueldo miserable. Uno, el mayor -William Holden-, es la viva imagen de lo que le espera al joven -Ryan O'Neal- si no hace algo que le libere de una existencia que parece seguir railes. Ese algo es situarse al margen de la ley, el inevitable asalto al banco.

Elección acertada

La elección de Holden como protagonista para este tipo de personajes es acertada, aunque no nueva. Peckinpah ya pensó en él en la sobrevalorada Grupo salvaje y también acertó. Hasta su muerte, Holden fue uno de los pocos veteranos famosos de Hollywood que nunca se sometió a operaciones de lifting, ese estirado de piel que convierte interesantes y nobles rostros repletos de arrugas, en patéticas superficies lisas, máscaras en las que se desvanece el menor atisbo de personalidad y se parodia la juventud.Ryan O'neal no da el tipo de manera exacta, resulta un vaquero blando. Quizá pese en esa opinión el éxito inmediatamente anterior, Love story, pero ahora, pasados más de 10 años, es posible que la imagen del actor quede reforzada por otras interpretaciones, entre ellas la magistral de la película The driver, que le convertía en un gángster solitario y duro.

Dos hombres contra el Oeste se emite hoy a las 22.30 horas por la primera cadena.

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