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Importante verano preolímpico

La Copa de la Liga, que quizá sólo salve en los últimos partidos el desastre de un invento fallido para sacar más dinero al sufrido espectador, ha servido, al menos, para alargar la agonía futbolística esta temporada. Seguirá el artificial interés hasta el próximo miércoles día 29. Ese día se jugará el encuentro de vuelta de la final del supuesto torneo, tras el primer asalto del domingo 26 y las semifinales de mañana y del miércoles 22. Pero a partir de ese momento, sin mayores ni posibles atrasos, habrá un mes sin más derbies fuera de tiempo para justificar aún que sólo existe el fútbol.En agosto podría utilizarse el recurso de los torneos veraniegos, pero ya se ha comprobado sobradamente años anteriores que son un desastre incluso como entrenamientos oficiales. Al aficionado español al deporte, al margen de manipulaciones, dirigismos y alienaciones todavía en boga, le convendría saber, como a cualquier aficionado del mundo, que el verano de 1983 va a ser un hito en la historia deportiva. Lo es ya, incluso, en atletismo, donde la serie impresionante de récords mundiales superados pasa en estos momentos de la medía docena. Y al margen, siguen su curso normal modalidades superprofesionales más conocidas como el golf, tenis, motociclismo o automovilismo, con sus torneos y grandes premios.

Del 1 al 11 de julio, en Edmonton (Canadá), la Universiada de Verano será la piedra de toque general más importante -en diez deportes- para los Juegos Olímpicos de Los Angeles del año próximo. El gigante China -quizá hasta con su nuevo plusmarquista mundial de salto de altura, Zhu Jianhua, a la cabeza-, irrumpirá por primera vez, con casi todas sus baterías, en el concierto deportivo internacional que abandonó hace casi 30 años. La presencia de los países del Este, frente al innato potencial universitario norteamericano, será otro gran aliciente. La lástima, una vez más, será la casi simbólica presencia de España, una nulidad deportiva universitaria, ya endémica.

En cualquier caso, los enfrentamientos a alto nivel que no se produzcan en la capital del Estado de Alberta aún tendrán sobradas posibilidades de efectuarse en este crucial año preolímpico. Entre la cita atlética más importante de todos los tiempos, los I Campeonatos del Mundo de Helsinki, del 7 al 14 de agosto, estarán dos acontecimientos polideportivos de entidad: la Espartakiada de la URSS, con la mayor presencia extranjera de todas sus ediciones, del 16 de julio al 6 de agosto, y los Juegos Panamericanos, del 14 al 29 de agosto, en Caracas, con una lucha Estados Unidos-Cuba, que siempre provoca récords.

Más tarde, entre otros Campeonatos del Mundo y de Europa en bastantes especialidades, brillarán con luz propia los Europeos de Natación, el otro deporte básico, en Roma, del 20 al 27 de agosto.

En septiembre, con la Liga de fútbol en marcha ya desde el día 4, los Juegos Mediterráneos, la única competición de menor nivel hecha a, la medida española, con techos rivales más asequibles, como Francia, Italia o Yugoslavia, será el último eslabón de la preparación multideportiva, junto al I Campeonato Iberoamericano de Atletismo. Entonces, todos los países, fútbol aparte, deberán estar casi a punto para Los Angeles-84, la deseada gran cita del deporte mundial tras el boicoteo de Moscú-80.

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