En diciembre comienza la renovación de todas las líneas antiguas del 'metro'

Más de 80 estaciones de las 133 que componen la red de metro serán renovadas para asimilarlas a las inauguradas en los últimos cinco años, dentro de la operación más importante de cambio de imagen que se pretende realizar desde que el Estado se hizo cargo de este transporte en 1978. La operación, con un coste de entre 10.000 y 15.000 millones de pesetas, comenzará a finales de año en las estaciones de Tetuán y Núñez de Balboa, y proseguirá durante seis años de forma que en 1990 la red esté totalmente renovada.

La política adoptada por los nuevos responsables del Consejo de Intervención de la Compañía Metropolitano se concreta, según parece, en dos puntos: limitación de la construcción de nuevos tramos a los ya proyectados y renovación total de la red antigua, por la que pasa a diario el 80% de los usuarios.La primera medida, contestada por la Coalición Popular, es defendida por la Administración con el argumento de que el crecimiento de la ciudad estimado en los años setenta no se ha visto reflejado en la realidad. Asimismo, la escasa demanda que han tenido los tramos inaugurados ha hecho variar los planes, que se centran en la terminación de la línea 9, Herrera Oria-Pavones, y en la línea 6, más conocida como la Circular.

El ahorro que supone esta paralización en las ampliaciones de la redecisión se quiere aprovechar para hacer frente a una operación total de renovación de la red antigua, que en los últimos años ha sido objeto de mejoras, pero referidas especialmente a la renovación de vías, distribución de energía, reforma de subestaciones eléctricas e introducción de sistemas de seguridad.

Ligeras mejoras

Únicamente las estaciones de Sol, Atocha y Bilbao registraron en estos últimos cinco años obras de modernización, en tanto otras 63 estaciones eran pintadas y ligeramente mejoradas.Estas obras no han conseguido cambiar la imagen del Metro y han mantenido la diferencia entre la red antigua y la nueva, tanto en transporte como en instalaciones. Para poner fin a esta situación se ha continuado la fabricación de los prototipos de los vagones que, en su día, sustituirán a los coches en servicio en las líneas antiguas, algunos de ellos integrantes de las primeras unidades que recorrieron la línea Sol-Cuatro Caminos que inauguró Alfonso XIII.

Asimismo se ha iniciado un plan para renovar accesos, pasillos y estaciones. Según un proyecto aún en, estudio, que será aplicado como experiencia piloto a finales de este año en las estaciones de Tetuán y Núñez de Balboa, se quiere conseguir que las antiguas estaciones tengan una decoración, iluminación y ventilación similar a las que poseen las nuevas estaciones. Una vez terminadas las obras en las dos primeras, se hará una amplia consulta entre los usuarios, con objeto de ver si satisface el nuevo diseño. Paralelamente a la conclusión de los trabajos, comenzarán a probarse los doce prototipos que se están construyendo y que funcionarán en las líneas antiguas.

Las obras, según los primeros estudios, supondrán una inversión superior a los 100 millones de pesetas por estación, y se realizarán en estaciones salteadas, con objeto de no paralizar el servicio de una línea completa. Se calcula que cada estación estará en obras entre seis y ocho meses.