Dos visiones distintas del sindicalismo de CC OO de Barcelona
Un total de 500 delegados, en representación de 29.000 afiliados, participan en el segundo congreso de la Unión Sindical de Comisiones Obreras (CC OO) de Barcelona, una de las primeras organizaciones en importancia, junto con la correspondiente a la comarca del Baix Llobregat, integradas en la Comisión Obrera Nacional de Cataluña.
El congreso inició ayer sus sesiones, que se prolongarán durante todo el fin de semana, con la lectura del informe y balance de la gestión anterior, por parte del secretario general del sindicato y miembro de la tendencia más radical de las CC OO catalanas, Alfredo Clemente.Las confrontaciones de dos políticas sindicales opuestas, en torno a la cuestión de la negociación colectiva, la concepción de la política de solidaridad ante la crisis económica y la concertación social constituirán los ejes fundamentales de discusión en el congreso. La primera y más radical de estas posturas, que ha contado con una mayoría holgada en los últimos años en las CC OO de Barcelona, corresponde al informe general y de acción sindical presentado por la ejecutiva saliente. Sus tesis se oponen de una forma directa a la política global llevada a cabo por la dirección del sindicato en Cataluña y por la Confederación de CC OO. Cuentan estas posturas con la tradición radical del sindicato de Barcelona y de su dirección y con el fuerte impacto que en esta organización significó la escisión del Partit dels Comunistes de Catalunya, que tiene gran implantación en CC OO.
