Importantes subidas e interrogante final

La semana se ha iniciado bajo unos auspicios francamente optimistas, con los valores selectos del mercado protagonizando mejoras realmente significativas, mientras que la oferta de títulos resultaba la gran ausente de las reuniones.Del ambiente marcadamente favorable únicamente escapaban los valores del grupo bancario, aparentemente atenazados por el deseo de pasar lo más desapercibidos posible, mientras que la Telefónica continuó constituida en la gran protagonista del mercado bursátil.

Realmente la circunstancia que incidió con mayor fuerza en este halagüeño paisaje bursátil fue la propia estrechez del mercado. Desde hace bastantes semanas prácticamente todas las voluntades que tienen alguna incidencia en la conformación de tendencias se mueven al unísono. Como si de un ejercicio militar se tratase, y a toque de silbato, la mayor parte de los actores en el mundo financiero-bursátil adoptan posturas del mismo signo en el mismo momento. Con ello lo que se consigue son virajes bruscos del mercado, que a poco conducen, y que normalmente generan estrangulamientos en el mercado que impiden su normal evolución.

De esta forma, y tras unos intentos furibundos por parte de algunos operadores para conseguir títulos eléctricos a primeras horas de la mañana de ayer, los vendedores tardíos expresaban con amargura su impotencia para colocar sus respectivas partidas. Se habían producido mejoras de consideración en la mayor parte de los precios de estos valores y el mercado presentaba síntomas de agotamiento.

La repercusión de los resultados de las recientes elecciones locales y autonómicas no ha dejado de ser puramente marginal. Ni el mercado de acciones había dado muestras de intentar cotizar las supuestas incertidumbres previas a los comicios, ni sus resultados sirvieron para aportar cambios sustanciales a la orientación que habían intuido los especialistas. Sin embargo, si ejerció un influjo, aparentemente beneficioso, sobre los reponsables de algunas de las carteras más importantes el pacto eléctrico. En la medida en que contribuye a despejar las principales incógnitas que planeaban sobre el futuro a medio plazo del sector, ha sido bien acogido en medios financieros especializados, y su contribución al ambiente favorable en que se desarrolló la contratación de estos valores en las reuniones de ayer resultaba indiscutible, incluso para los más reticentes.

En lo que se refiere al grupo bancario, los responsables bursátiles de estos títulos parecen dispuestos a evitar cualquier tipo de protagonismo. El momento de las acciones bancarias parece no haber llegado y, aun en el hipotético caso de que las eléctricas sufran las correcciones técnicas que diversos especialistas reputan de lógicas tras las notables mejoras de jornadas precedentes, los especialistas dudaban que los bancos fuesen a retomar la responsabilidad de tirar del mercado.

El saldo genérico que presentaron ayer los grandes del sector bancario en el mercado madrileño ascendía a 31.583 títulos como diferencia compradora. De ellos, 15.618 correspondían a Banesto y algo más de 13.000 al Santander. Las mayorías vendedoras las presentaron Hispano, Central y Vizcaya, con 5.568 títulos el primero, y ya en franca cascada descendente los otros dos.