Destituido el gobernador de la prisión militar de Alcalá
El coronel Alejandro Román Páez, gobernador de la prisión militar de Alcalá de Henares, ha sido destituido en su cargo por orden del Estado Mayor del Ejército, por haber cursado por un conducto no reglamentario la solicitud del teniente general Milans del Bosch para mantener una audiencia con el Rey, según han informado fuentes militares competentes. Por otra parte, en la Zarzuela se estima que la audiencia no es necesaria.
En medios directamente relacionados con el general Milans se ha informado a este periódico que la solicitud del militar procesado fue presentada el pasado día 9 al Consejo Supremo de Justicia Militar, que nuevamente la remitió al abogado defensor de Milans, Santiago Segura, dos días después, para que el escrito fuera tramitado de acuerdo con lo estipulado en el artículo 115 del Reglamento de Prisiones.El citado artículo dice textualmente: "Todo preso detenido o arrestado tendrá derecho a enviar solicitudes y presentar reclamaciones, así como a utilizar los recursos establecidos por las leyes, lo que hará por conducto regular, entregando sus solicitudes al subgobernador, si lo hubiere, para que éste lo haga llegar al gobernador, que las cursará a las autoridades a quienes vayan dirigidas. En el único caso de que se trate de escritos relacionados con el proceso a que esté sometido el interesado, podrá éste dirigirse directamente a la autoridad judicial".
Una vez recibido el escrito del Consejo Supremo de Justicia Militar, Santiago Segura dirigió nuevamente el escrito al subgobernador de la prisión, para que éste la hiciera llegar al gobernador, coronel Román.
El mismo día 11, el gobernador tenía el escrito en su poder y, de acuerdo con el contenido del citado artículo, debía hacerlo llegar al palacio de la Zarzuela, pero a través del conducto reglamentario, es decir, a través de la cadena de mando. Sin embargo, pidió al propio Santiago Segura que, a nivel personal, depositara en la residencia del jefe del Estado el escrito de Milans. El mismo día 11, por la noche, Segura depositó el escrito en la caseta donde está instalado el primer control de acceso al recinto de la Zarzuela.
En los medios militares consultados se estima que el coronel Román no cumplió todos los requisitos señalados en el Reglamento, por lo que las autoridades militares del Estado Mayor del Ejército han ordenado su cese en el destino que tenía.
El día en que se dio a conocer que el general Milans había pedido la audiencia al Rey fuentes oficiales comentaron que la petición se había cursado a través del Consejo Supremo de Justicia Militar y, de hecho, desde el mismo palacio de la Zarzuela se indicó días más tarde que en la residencia oficial del jefe del Estado no se había recibido la solicitud. El general Milans, según se explicaba en el escrito de petición, deseaba ser recibido por el Rey para agradecerle el breve mensaje enviado por don Juan Carlos al general a raíz del fallecimiento del padre de éste. En la Zarzuela, sin embargo, se estima que no es necesaria dicha audiencia.
Alejandro Román, del arma de Infantería, ascendió a coronel en enero de 1980 y poco después fue destinado a la prisión militar de Alcalá. Aunque en diciembre de 1982 pasó a la situación de reserva activa, los mandos del Ejército prefirieron mantenerlo en el cargo. Se recuerda que la mayoría de los procesados por el frustrado golpe del 23-F han estado en esta prisión en los dos años pasados, así como los implicados en el 27-O.
Tras el cese del coronel Román, se ha hecho cargo de la dirección del centro penitenciario militar teniente coronel Carlos Yerro
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