Controversia en el PSOE ante la apertura hacia nuevos afiliados y colectivos sociales

La Conferencia de Organización del PSOE, iniciada ayer en Madrid a puerta cerrada, dedicó su primera jornada de trabajo a debatir si se facilita la entrada en el partido a nuevos militantes, simpatizantes y colectivos sociales o si, por el contrario, se mantienen los actuales requisitos que garantizan, según sus defensores, una cierta pureza marxista.

Ambas posturas, la primera defendida por la gran mayoría de los dirigentes del partido, y la segunda por los llamados críticos de Izquierda Socialista, serán presentadas al comité federal para que sea este órgano quien decida, ya que en la Conferencia de Organización nada se vota y, por lo tanto, no es ejecutiva. No obstante, nadie dudaba ayer en el PSOE de que el comité federal optará por la concepción abierta del partido.El documento sobre el cual trabajan los 120 asistentes a la conferencia apuesta por la apertura del partido a los ciudadanos, y defiende la supresión del actual requisito de que cada aspirante a ingresar en el PSOE lleve el aval de dos militantes, al tiempo que propugna la integración de colectivos sociales, tales como los movimientos ecologistas, pacifistas o feministas, sintener necesariamente que militar, con voz en los congresos, pero sin voto. El objetivo que persigue esta concepción del partido, defendida ayer por el vicepresidente Alfonso Guerra en el discurso que pronunció al comienzo de la Conferencia, es modernizar el PSOE y llegar a integrar al mayor número de personas posible. La dirección del partido está de acuerdo con esta renovación.

La otra postura, apoyada ayer por el líder crítico Pablo Castellano, defiende que se mantenga el mencionado aval y que el aspiran te reciba una formación socialista antes de ingresar en el partido Quienes apoyan a Castellano opinan que el PSOE corre el peligro de convertirse en un partido electoralista y perder él fin de trasformar la sociedad. En el último número de El Socialista, Manuel Turrión, Manuel Abejón y José Manuel Morán califican de débil el aval de las dos firmas, critican la admisión de colectivos y advierten que, con tales aperturas, el PSOE "dificilmente será un instrumento de formación política de sus miembros y de lucha de éstos por mejorar la sociedad".

Una persona muy próxima a Castellano manifestaba anoche a este periódico: "Nosotros no nos oponemos a la entrada de los verdaderos militantes. Lo que no queremos es una avalancha de golfos que sólo quieran el carné, ahora que estamos en el poder para ver si cae algún cargo". Por contra, uno de los defensores de la concepción mayoritaria del partido alegaba: "Si mantuviéramos las tesis del amigo Castellano ahora seríamos cuarenta diputados, muy apretaditos y a la defensiva, en lugar de el partido en el Gobierno. No quieren comprender", añadía, .que la sociedad cambia, y ahora se huye de la militancia de capillita". José Rodriguez de la Borbolla, secretario regional de Andalucía, se mostró más expeditivo en unas declaraciones a Europa Press:

"Son posturas esclerotizadas de lo que es el marxismo. Parece que esperan a que la gente se caiga del caballo porque San Marx les ilumine".

Más conciliador, pero también beligerante con los críticos se mostró José Martínez Cobos, el que fuera presidente del famoso congreso de Suresnes, y que ayer era el encargado de reunirse con los periodistas, en su calidad de presidente de la mesa. "Unos quieren al militante formado y convencido a lo histórico y otros quieren que el partido se abra a la militancia espontánea. Los primeros son muy exigentes y casi elitistas; los segundos pretenden adaptar estatutos centenarios a la marcha de los tiempos".

Hoy, los temas conflictivos

La conferencia sigue un orden de trabajo idéntico al índice de temas que contiene el documento base. Así, ayer sólo se debatió el mencionado tema de la afiliación; hoy, el líder de los críticos, Luis Gómez Llorente, relegado voluntariamente a un segundo plano, defenderá la primera de las ponencias verdaderamente conflictivas: los deberes y derechos de los militantes y las corrientes de opinión. Pablo Castellano presentará la de Articulación Federal del Partido y para mañana queda otra discusión también polémica, la de la representatividad en los congresos. Posiblemente asista a la clausura el presidente del Gobierno, Felipe González, según adelantó ayer Carmen García Bloise.Los críticos piden que las corrientes de opinión, tanto la que ellos conforman como cualquier otra que pueda generarse, sean reconocidas como tales en el partido, y que puedan expresarse libremente fuera del mismo. La directiva y el documento-base les concede lo del reconocimiento, admiten que son "un fenómeno natural en el seno de todo partido plural y democrático" y les dan derecho a "trabajar en equipo, celebrar reuniones, utilizar los medios materiales y los locales del partido", pero les niegan que puedan expresarse fuera del mismo. También quieren los críticos que, en los congresos, cada delegado signifique un voto. Y a esto se les ha contestado que sí, si se trata de elegir al comité federal o regional, pero un no rotundo en la elección de los miembros de la ejecutiva.

También hubo acuerdo en aumentar la presencia de las mujeres en los puestos de,responsabilidad, si bien fueron las propias mujeres de la Conferencia las que rechazaron el porcentaje del 15% que inicialmente se les había asignado, por entender que no era cuestión de porcentales.