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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

'Made in Spain'

Juan Cruz

Fernando Arrabal, el dramaturgo español que dice que tiene a España en su cuarto, le dio ayer lo que en el lenguaje cotidiano se llama un corte al director y presentador del programa; Buenos días, de Radio 1, Alejo Jesús García Ortega, creador de Directo, directo, luego adjunto a la dirección de Radio Nacional y ahora sucesor de Luis del Olmo en el que se considera período de mayor audiencia de la radio española, de nueve de la mañana a las doce del mediodía. El corte de Arrabal se produjo porque Alejo, que una vez hizo rezar a un obispo a través de las ondas, le provocó, infructuosamente, el rezo, iniciando así la entrevista mañanera: "Ave María Purísima". Arrabal, que no estaba para triduos, le dijo, mas, o menos, que era preciso tomarle tan en serio como el escritor estima que le toman por el mundo, desde la Comédie Française a sir Lawrence Olivier. Es un toque de atención, que viene de Arrabal, pero quizá convienen otros toques de atención, más humildes. Los españolesque el lunes nos asomábamos con congoja al dial de la radio, dolida la sensibilidad por el drama, de Valmojado, escuchamos, después de las noticias de las once, cómo el que fue director de Directo, directo saludaba nuestra inocencia dando su buenos días arquetípico a "un soldado con honor" que resultaba un soldado desconocido para, quienes hasta ese instante no habían tenido la oportunidad de saber que antes había estado en el espacioso espacio el ilustre soldado Manuel Gutiérrez Mellado. Pero, en estas fechas, un saludo tan falto de contexto conduce por lo menos a un susto indeseado, a un ingrato sobresalto. Otros sobresaltos son idiomáticos ("Mariano González Avoín, ¿puedes decirnos buenos días en inglés?") y otros se refieren a los olores, los sabores y los ruidos de España.

Los sustos no los dan estos días sólo los avemariapurísimas frustrados de Alejo Jesús García sino que vienen también de esa manía editorializante, que antes parecía privativa de las emisiones radiofónicas deportivas y que ahora circula como un fantasma ruidoso, e incontrolable, por distintas zonas del dial. Cuando tan funesta manía se enseñorea en informativos de máxima audiencia, como son los de Radio Nacional, no extraña que los ruidos se conviertan en furias.

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