Roca ofrece una alianza para una alternativa consernadora

Adelantándose en pocos días a la desaparición -inmediata o gradual- de Unión de Centro Democrático (UCD), el líder de Convergència i Unió, Miguel Roca, presentó en la noche del martes, en Madrid, su propia operación política de centro: el partido reformista. El lugar elegido para el lanzamiento nacional de su proyecto de partido, el conservador Club del Sable, presidido por el portavoz de Alianza Popular, Miguel Herrero de Miñón, y muy concurrido por representantes de la gran banca, así como su referencia a que no descartaba un pacto o coalición con Alianza Popular (AP) para formar una mayoría de gobierno, da idea de que la llamada operación Roca estaría destinada a ampliar por su ala izquierda una gran fuerza conservadora, que estaría liderada por Manuel Fraga, y en segundo plano, por él mismo.Tras lo que muchos asistentes al Club del Sable consideraron como una extraña presentación del invitado por parte de Herrero de Miñón -quien le auguró poco menos que un fracaso estrepitoso a Miguel Roca-, este expuso el siguiente análisis: El sisteme bipartidista entre AP y PSOE conlleva un movimiento político pendular de tal brusquedad que, dijo, "no es bueno para el sistema democrático español"; los votantes de UCD han ido a parar mayoritariamente al PSOE, luego un partido reformista y modernizador podría restar votos a la izquierda más que a la derecha; y, finalmente, los votantes del centro siguen existiendo, "no es posible que se hayan esfumado seis millones de votos". Lo que ocurre, en opinión de Roca, es que UCD no era una verdadera oferta política el pasado 28 de octubre, y lo que se produjo fue, más que un voto no centrista, un voto de castigo a UCD.

Por estas razones, Miguel Roca consideró que continúua existiendo un espacio político "que va desde donde termina AP hasta donde comienza el PSOE", que podría ser votado por liberales, socialdemócratas, y personas de centro sin ideología definida -no hizo ninguna alusión a hipotéticos votantes democristianos-, que podrían apoyar su proyecto político, diferenciado de AP y de los socialistas: "Somos más tolerantes respecto a las libertades individuales que la derecha conservadora" y "no somos estatalizadores ni contrarios a la televisión privada como el PSOE".

'Talón de Aquiles' de la operación

Lo que el propio Fraga ha calificado como el talón de Aquiles de esta operación política, el origen catalán de Miguel Roca, fue minimizado por este, alegando que ello no iba a ser ningun obstáculo, ya que entiende Roca que el Estado de las autonomías está ya construido, "nos guste más o nos guste menos", y, agregó, "intentar modificarlo no sería conveniente".Asimismo, Miguel Roca se proclamó ardiente defensor de los estatutos de autonomía de las demás comunidades, y citó expresamente los de Andalucía, Murcia y Galicia, aunque se refería a la totalidad del proceso autonómica. "Lo que no acepto bajo ningún concepto", concluyó, "es que se me critique por ser catalán. Acepto todas las críticas, ataques u objeciones que se puedan hacer a mi proyecto, pero bajo ningún concepto acepto que se me critique por mi lugar de nacimiento, ya que esto demostraría que la tan deseada convivencia de los españoles es una falacia", afirmó.

Finalmente, Roca se negó a dar detalles sobre cómo iba a configurarse el partido reformistaque promueve, ni desveló si iba a continuar en Convergència de Cataluña. Tampoco se pronunció sobre si el partido refórmista tendría una estructura federal o unitaria.