El atletismo español, ante su temporada más dura

La próxima temporada de atletismo va a ser la más dura de cuantas han conocido los atletas españoles. Seis competiciones del más alto nivel van a celebrarse en el espacio de dos meses y medio. No será posible que los mejores especialistas estén en todas, y al mismo tiempo, en las grandes reuniones internacionales, donde se logran los récords. La Universiada, los campeonatos mundiales, la Copa de Europa, los Juegos Mediterráneos, los campeonatos Iberoamericanos y la Copa del Mundo de marcha conforman los seis frentes. El atletismo español no tiene un volumen de protagonistas capaz de afrontar con garantías de éxito todos estos compromisos.

El desarrollo adquirido por el atletismo en los últimos años ha lleva do a que cada vez se realice un calendario más denso. Dos competiciones recién nacidas, los campeonatos mundiales -cuyo nivel será superior al del los Juegos Olímpicos- y los Iberoamericanos -a iniciativa de Juan Manuel de Hoz- se han sumado a las tradicionales manifestaciones atléticas del más alto nivel, que han venido a coincidir en un mismo año. A todo esto hay que sumar todos los campeonatos nacionales, compromisos internacionales y grandes reuniones a las que los atletas acuden a título individual en pos de mejorar sus marcas.La temporada al aire libre va a tener el prólogo de la pista cubierta y el cross. España ya tiene un buen cartel en la pista cubierta y no puede abandonar la línea comenzada por Páez en Viena hace tres años y culminada con las cinco medallas de la última edición. Los atletas que hayan elegido el cross tienen menor compromiso porque después de Haro las mejores actuaciones han correspondido a la actuación global del equipo, cuyo reflejo es muy inferior al que pueda lograr una individualidad.

Aire libre

Cerrado este ciclo en el mes de marzo, que puede tomarse como de preparación para la temporada al aire libre, vendrán los grandes compromisos. El primero será la semifinal dé la Copa del Mundo de marcha los días 11 y 12 de junio en Londres, frente a Gran Bretaña, Holanda y Suecia. Las grandes actuaciones internacionales de Llopart y Marín obligan a que España pase a la final, que será los. días 24 y 25 de septiembre en Bergen.El segundo compromiso será del. 5 al 11 de julio en Edmonton, con motivo de la Universiada. Es de esperar que esta competición sea la que con menor interés se tome o, al menos, en la que se reservarán las figuras porque hay muy poco que ganar.

Del 7 al 14 de agosto será la gran cita en Helsinki con los campeonatos mundiales. Será la primera edición de una meta que ha tardado años en nacer. El atletismo es de los pocos deportes que aún no contaba con unos campeonatos mundiales porque como tal se consideraban los Juegos Olímpicos. Los boicoteos políticos surgidos a los Juegos de Montreal y Moscú obligaron al nacimiento de esta competición para dar oportunidad a que se enfrentasen los mejores especialistas del mundo. Henry Rono, por ejemplo, aún no ha tenido oportunidad de participar en ninguna manifestación olímpica. Será la gran oportunidad para el atletismo estadounidense, el mejor del mundo, que en Moscú se quedó huérfano de medallas por el boicoteo. En estos mundiales estará la flor y nata del atletismo español, aun a costa de renunciar a otras competiciones.

Una semana después vendrá un compromiso que no puede abandonar España: la Copa de Europa. Será la oportunidad de demostrar en Praga el avance de los últimos años, aunque los lanzamientos impidan el paso a la final A. Todos los atletas deberán conservar la forma de una semana antes.

Los Juegos Mediterráneos serán del 10 al 17 de septiembre en Casablanca. Es tradicional que el atletismo español realice un buen papel, aunque por el esfuerzo a que se verán obligados los mejores atletas españoles durante el mes anterior esta competición quede reservada para los que quedaron fuera de los mundiales.

Y, por último, del 23 al 25 de septiembre, en Barcelona, los campeonatos Iberoamericanos. Juan Manuel de Hoz tiene un gran interés en esta competición, nacida a iniciativa suya, y querrá asegurar la victoria. La teórica superioridad española ante sus rivales suramericanos permitirá que los atletas más castigados durante la temporada tengan sus vacaciones adelantadas.

Otros compromisos

Pero éstos no serán los únicos compromisos internacionales de los atletas españoles. En un plano de menor interés, sólo por la mayor importancia de las competiciones mencionadas, estarán la Copa de Europa de clubes en mayo (hombres en Verona y mujeres en París), la Copa de Europa de maratón en junio (Laredo), el encuentro de saltos Francia-España y el Italia-España de pruebas combinadas en julio, el España-Yugoslavia femenino en Madrid y el España-Francia en Vigo dentro del mes de agosto y la Copa de Europa de pruebas combinadas en septiembre (Atenas).Además, los atletas españoles tendrán que estar en los campeonatos nacionales de sus respectivas especialidades. Serán el 13 de marzo el de marcha en carretera (Valencia), el 2 de abril los de 5.000 y 10.000 (Sevilla), el 1 de mayo el de maratán (Laredo), los días 11 y 12 de junio los de pruebas combinadas (Pamplona), del 22 al 24 de julio los absolutos (San Sebastián) y el 7 de agosto el de gran fondo.

Luego no se pueden olvidar los compromisos individuales que contraigan los propios atletas para participar en las grandes reuniones internacionales. La posibilidad de alcanzar una gran marca, que luego será la que ante la Federación le servirá para mejorar su contrato económico, y la elevada cotización que alcanzan ya una docena de atletas -alrededor de las 100.000 pesetas- serán una tentación para que se prodiguen quizá en demasía. Es la batalla que han planteado ya los organizadores privados de las reuniones a los organismos oficiales: es más fácil ver en concurso a todos los mejores especialistas mundiales de una determinada prueba en una reunión de carácter amistoso en pos del récord mundial, que en una competición oficial donde lo que se pone en juego es un título. Son dos formas distintas de competir: en una el rival es el reloj; en otra, es el atleta que va por delante.

Estas reuniones forman un extenso calendario que va desde mayo hasta septiembre: 8 de mayo, Tokio; del 13 al 15, Nanjing (China); 24 de junio, París; 26, Edimburgo; 28, Oslo; 30, Lausane; 4 de julio, Estocolmo; 6, Helsinki; 9, Oslo; 12, Hengelo (Holanda); 15, Londres; 18, Niza; 20, Luxemburgo; 27, Viareggio; 28, Turku; 29, Budapest; 16 de agosto, Gotemburgo; 17, Berlín; 24, Zurich; 26, Bruselas; 28, Colonia; 31, Coblenza; 1 de septiembre, Roma; 4, Rieti; y 9, Londres. Estas reuniones únicamente hacen incompatibles la Universiada con la gira nórdica de primeros de julio. Es obvio que a Edmonton no acudirán los mejores atletas españoles.