Enterrados los cadáveres de la familia fallecida en el incendio de un barco en La Coruña
Los cadáveres de Adolfo López; su esposa, Elena Vega, y sus hijos, Luis Berta y Diego, fallecidos el día de Nochebuena, al declararse un incendio en los restos de un barco pesquero, donde residían desde hace varios meses, recibieron ayer sepultura en el cementerio del pueblo de Feans. En el suceso perdió también la vida Juan Benito Paincieira, de 46 años, un marinero en paro al que invitó la familia a cenar ese día, cuyos restos mortales recibirán sepultura hoy en un cementerio de la comarca ferrolana.
El acto de sepelio de los miembros de la familia desaparecida constituyó una impresionante manifestación de duelo, en la que participaron numerosas personas, ya que el suceso ha causado profundo sentimiento en todos los sectores de la ciudad de La Coruña, donde se conoció el hecho en las primeras horas de la mañana de Navidad.Los miembros de la familia López Vega murieron después de celebrar la cena de Nochebuena, cuando dormían en los restos del barco Robalo, que estaba destinado al desguace.
El padre de la familia, soldador en paro, había obtenido permiso del dueño del barco para habilitarlo como vivienda para su familia.
Los bomberos y fuerzas de Seguridad que acudieron a luchar contra el incendio tuvieron grandes dificultades por los cierres herméticos de los accesos a la embarcación, probablemente realizados por la propia familia como medida de seguridad.
En el intento de salvar a las víctimas arriesgó su vida un guardia civil.
