Trabajadores de UCD protestarán en la Nochebuena ante los domicilios de Oreja y Cavero

Trabajadores de Unión de Centro Democrático, despedidos o a los que se adeudan diferentes cantidades, piensan pasar la Nochebuena acampados frente al domicilio de Iñigo Cavero, en protesta por su situación y en demanda de soluciones. Otro tanto tienen proyectado hacer pegadores de carteles de Vitoria, a los que no se pagó su trabajo durante la campaña, ante el domicilio de Marcelino Oreja. Simultáneamente, proveedores y empleados de la campaña del partido, a los que se adeudan unos setecientos millones de pesetas, exigen la declaración de expediente de crisis, con intervención inmediata de la Delegación de Trabajo.Sin embargo, el responsable de Finanzas de UCD, Rafael García Palencia, comunicó ayer que todas las cantidades adeudadas a empleados, pegacarteles y proveedores de UCD han sido ya satisfechas. Algunos trabajadores de la sede madrileña de UCD, en la calle Arlabán, consultados por EL PAIS, dijeron, asimismo, que habían cobrado el mes de noviembre, aunque con retraso", y estaban a la espera de cobrar la paga extraordinaria de Navidad.

La mala situación económica que atraviese el partido anteriormente en el Gobierno, tras su descalabro electoral el pasado día 28 de octubre, ha obligado a efectuar despidos masivos de empleados y a pensar en desalquilar algunos de los pisos que ocupan en Arlabán, trasladando todos los servicios del partido a la vecina calle de Cedaceros, sede del grupo parlamentario, adquirida hace años en propiedad por el partido.

Para satisfacer algunas deudas y sanear la situación económica, los responsables de UCD han pedido ayuda extraordinaria a unos, doscientos ex ministros -incluyendo el ex presidente del Gobierno y del partido, Leopoldo Calvo Sotelo, cuya respuesta se desconoce- y a ex dirigentes del partido. A todos ellos se les piden entre 200.000 y 500.000 pesetas, teniendo en cuenta los sueldos devengados en el pasado gracias a su militancia centista.

También se ha abierto una suscripción de bonos de mil pesetas cada uno. Gabriel Cisneros, proinotor de esta idea y una de las cabezas visibles del sector azul, perdedor en el pasado congreso extraordinario, suscribió los primeros trescientos bonos, según Europa Press. Con este plan económico, los encargados de las finanzas ucedistas esperan recaudar los seiscientos millones necesarios, según ellos, para sanear económicamente al partido. Se sabe, por otro lado, que dirigentes ucedistas habrían recibido seguridades de ayuda por parte de medios democristianos internacionales.