'La carroza de oro', una espléndida farsa

Inmediatamente después de filmar El río, recientemente emitida en televisión, Jean Renoir abordó el rodaje de una de sus más bellas e insólitas películas, La carroza de oro. Homenaje a la Commedia dell'Arte, supo combinar con sentido del ritmo, imaginación y buen humor, el respeto hacia los personajes tradicionales del teatro ambulante del siglo XVIII con su propia visión del eterno mundo del teatro.La apariencia y la realidad se entremezclaban tal como él dice que se entremezclan en la vida. "Mis personajes son lo que se ha dado en llamar inverosímiles. Se puede ser inverosímil pero auténtico; la verdad es casi siempre inverosímil. Basta sentarse en la terraza de un café y dedicarse a contemplar los rostros de los auténticos transeúntes: nadie soportaría en el cine todas esas caras".

Renoir supo dibujar en su película ciertas verdades perennes. La caricatura de la farsa no ocultó su risa sobre la habilidad de los cómicos, de los marginales, para manipular a los poderosos, débiles por hipócritas y venales: el virrey del Perú se hace traer una carroza de Europa. Mientras su amante oficial confía en que es un regalo para ella, la estrella de una compañía de saltinbanquis seduce al virrey y se queda con la carroza que, no obstante, acabará en manos del obispo de Lima.

La trama se sucede descubriendo distintos aspectos de la realidad. Así lo entendió un crítico norteamericano que cita André Bazin en su excelente libro sobre la obra de Jean Renoir: "La película asemeja a ese juego de cajitas en cuyo interior siempre se encuentra otra más pequeña. Es infinito el número. Nunca se sabe dónde está la auténtica".

Genial Anna Magnani

La verdad de La carroza de oro está en Anna Magnani, la genial actriz italiana, que desarrolló junto a Renoir una nueva vertiente de su personalidad. Así lo cuenta el propio director: "Muchos se sorprendieron de la aplicación de un talento conocido por su violencia a un conjunto más adecuado para manionetas milanesas. Pero si hubiera elegido a una actriz burguesa, corría el riesgo de caer en la cursilería. Con la Magnani, por el contrario, el peligro estaba en ir demasiado lejos por el camino del realismo. Su acierto en este papel es evidente. Su turbadora interpretación me obligó a tratar el filme como una farsa."En la autobiografía de Renoir (editada en España por Fernando Torres), el director francés narra también sus dificultades con la Magnani: "No conseguía convencerla de que no fuera a los cabarés por las noches; aparecía siempre tarde en el rodaje y con grandes bolsas bajo los ojos"

El resultado, sin embargo, constituyó una de esas raras y perfectas combinaciones entre texto, actriz y director. La carroza de oro no tuvo éxito comercial en su momento (1952), obligando a Renoir a dos largos años de paro, pero hoy está considerada por muchos como una obra maestra. El tratamiento del color y la inteligente utilización de la música de Vivaldi fueron otros elementos que ni el mismo Renoir consiguió utilizar con idéntico acierto en películas posteriores.

La carroza de oro se emite hoy a las 22.00 por la Segunda Cadena.