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Fórmula 1

Acuerdo para las reformas técnicas de los monoplazas

La Federación Internacional del Deporte del Automóvil (FISA) y los constructores de vehículos de fórmula 1 llegaron por fin a un acuerdo sobre la introducción de una serie de reformas técnicas en los monoplazas. A cambio de que los constructores aceptaran las reformas -"irregulares, ségún los Acuerdos de la Concordia, todavía en vigor-, la FISA concedió las contrapartidas que soheitaban. El control económico seguirá en poder de los constructores, pero la FISA -como ambicionaba desde hace tiempo- cobrará un porcentaje de los derechos de televisión.

Con la aplicación de las reformas, tal como adelantaba EL PAÍS (ver edición del pasado domingo), desaparece la técnica Wing-Car ideada por Colin Chapman, director-propietario de la escudería Lotus.El acuerdo alcanzado entre federativos y constructores prevé, el mantenimiento de la reglamentación sobre motores hasta 1985. Además, a partir de ese año y durante dos más, una convención de la Fórmula 1 sustituirá los actuales Acuerdos de la Concordia. La diferencia entre unos y otra es que, mientras que en los acuerdos todavía vigentes las reformas técnicas se tienen que tomar por acuerdo unánime, a partir de 1985 bastará el 85% de los votos para que las reformas se aprueben. En dichas votaciones, participarán las diez escuderías primeras clasificadas en las dos temporadas anteriores.

Las modificaciones técnicas, de los monoplazas de Fórmula 1 entrarán en vigor a partir de la primera carrera de la próxima temporada. La prueba que abrirá la temporada ya no será, como estaba previsto inicialmente, el Gran Premio de Suráfrica, que pasará a disputarse el día 29 de octubre, sino el de Brasil, que se correrá el día 13 de marzo.

Las reformas acordadas afectan, principalmente, a la estructura de los coches y a su comportamiento aerodinámico. Al exigirse que el fondo del coche sea plano y que desaparezcan lasfaldillas aerodinámicas de los pontones laterales, ya no es posible utilizar el coche como si fuera un ala invertida, que erá la concepción básica de la técnica Wing-Car ideada por Colin Chapman.

Con independencia de que la imaginación del director propietario de la escudería Lotos, o de los no menos imaginativos técnicos del equipo Brabham, hagan un aprovechamiento de la nueva normativa para, con cualquier truco, seguir utilizando efectos aerodinámicos especiales pese a las reformas estructurales, la técnica Wing-Car ha muerto.

Las nuevas reformas en los monoplazas de Fórmula 1 incluyen una rebaja en el peso mínimo, que pasa de los 580 kilogramos hasta ahora vigentes hasta 540 kilogramos. Esa reducción en el peso hará que los coches sean más ligeros, pese a que la fiIosofía que ha inspirado las reformas impuestas era la de dar más seguridad a los pilotos.

La reglamentación prohíbe, también, utilizar coches de cuatro ruedas motrices, así como coches de más de cuatro ruedas aunque sólo dos sean motrices. Por otra parte, limita la capacidad total de los depósitos de combustible a 250 litros y permite el repostaje en carrera -idea de Bemie Ecclestone, puesta en práctica con desigual fortuna esta pasada temporada-.

Para 1984 se mantendrán las limitaciones ahora impuestas, pero la capacidad de los depósitos de combustible se reducirá aún más, con un máximo de 220 litros, y se prohibirá el repostaje en carrera. Se pretende con ello reducir el consumo, lo que penalizará a los motores con turbocompresor, más potentes, pero también de superior consumo.

En 1985, la capacidad de los depósitos de combustible quedará reducida a 195 litros. Para ese año, está prevista una limitación en la potencia de los motores entre 500 y 550 caballos. En la actualidad, a esa cifra no llegan los motores de admisión convencional, pero la superan los que utilizan turbocompresor.

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