Una tripulación española, en estado de emergencia en el puerto de Abidjan

"Ahora ya sé cómo acaba la vida no con un estallido, sino con un grito de dolor, con un sollozo". Así finaliza el telegrama de un capitán de la Marina Mercante española que está al mando de un buque frigorífico atracado en el puerto de Abidjan (Costa de Marfil) en situación de emergencia. La tripulación, reducida a ocho españoles, no tiene dinero y el gasóleo se agota. "Como la situación es de emergencia, procederemos a la venta de todo aquello que nos pueda solucionar nuestros problemas vitales".Antonio Casaurrán, capitán del buque Ocean Sprinter, telegrafió el pasado martes a EL PAIS para denunciar la situación en que se encuentran él y los marinos a su mando en el puerto de Abidjan, en Costa de Marfil. En el télex señala que el Ocean Sprinter es un buque frigorífico de 2.646 toneladas, bandera chipriota, tripulación española y fletado por armadores españoles, que llegó a aquel puerto el 15 de agosto y ahora se encuentra en situación de emergencia.

Según el relato del capitán, a los marinos se les adeudan siete millones de pesetas y algunos tripulantes llevan cinco meses sin cobrar. "Repetidas veces he pedido mi relevo, pues mi salud se deteriora rápidamente, y ninguna contestación ha llegado a bordo. Nuestro agente en Abidjan, Sogip Shipping, me ha comunicado, hace algunos días la imposibilidad de darnos crédito para las necesidades del barco. El gasóleo se terminará dentro de pocos días y nos veremos obligados a parar todo el servicio de a bordo. No teniendo aire acondicionado, la vida en estas latitudes se hace muy difícil. En la actualidad quedamos a bordo ocho tripulantes de los quince que formaban la dotación y, aunque muy nerviosos y desmoralizados, se encuentran bien hasta el momento. Como la situación es de emergencia, procederemos a la venta de todo aquello que nos pueda solucionar nuestros problemas vitales y levantaremos acta de todo lo que se venda".

El capitán finaliza su relato señalando que se ha puesto en contacto con el embajador de España en Abidjan, quien a su vez ha enviado un télex al Ministerio de Asuntos Exteriores solicitando la repatriación de la tripulación.

El consignatario del Ocean Sprinter en Abidjan, por su parte, asegura que "cuando el barco pasó a ser consignado por nosotros ya tenía falta de gasóleo y víveres. Se le fue suministrando víveres y asistencia técnica y médica. Desde entonces estamos informado de la situación a sus armadores y no se reciben respuestas. Nuestro desembolso en estos momentos es de cinco millones de pesetas y no podemos continuar adelantando dinero a fondo perdido sin tener garantías de que vamos a cobrar".

En la información del capitán se señala la transmisión, con fecha 30 de octubre, de un télex en el que se detalla la situación del barco y la tripulación a los armadores: Gemasa (Las Palmas) y Castro (Londres). Un portavoz autorizado de Gemasa aseguró a EL PAIS que su empresa sólo es "representante del armador" y con el barco no tiene "ninguna relación". En Londres se respondió a EL PAIS que, "para su conocimiento, nosotros actuamos como intermediarios del mencionado barco. El buque está esperando órdenes. Desafortunadamente falló el flete previsto. Estamos negociando un nuevo flete de Dakar a Abidjan".

La repatriación de los marinos españoles embarcados en el Ocean Sprinter, "por'razones humanitarias", la ejecutará el Instituto Social de la Marina, previa petición de la Embajada española en Abidjan a través del Ministerio de Asuntos Exteriores.