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Elecciones legislativas

Los socialistas recuperan la primacía en Cataluña dejando a Convergència i Unió en segundo lugar

Los socialistas (PSC-PSOE) suben fuertemente en Cataluña; Convergència i Unió (CIU) logra también un considerable ascenso; Alianza Popular (AP) experimenta un alza extraordinaria, y los comunistas del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) se hunden de forma espectacular. Este es el balance de las elecciones en Catalunya, con una participación del 77%, sólo comparable con la registrada en las primeras elecciones del 154.

El voto de los catalanes puso al PSC-PSOE por encima del 40% en las circunscripciones de Barcelona y Tarragona y superó el 30% en Gerona y Lérida. Los socialistas consiguieron el mayor número de votos en tres de las cuatro circunscripciones catalanas, todas menos Gerona.El partido en el Gobierno de la Generalitat (CiU) se colocó en primera posición en la provincia de Gerona, mientras iba a la baja en la de Barcelona respecto a las primeras impresiones. Los socialistas les sacaban mas de diez puntos de ventaja a la hora de escribir esta crónica, poco antes de conocerse los resultados definitivos. CiU se ha consolidado como la segunda fuerza catalana, aunque no superó la incidencia electoral obtenida en los comicios autonómicos. Sólo en Lérida rompió la barrera de votos obtenidos en 1980, en un par de puntos, aproximadamente; en Tarragona y Barcelona bajó unos tres puntos, mientras en Gerona se mantuvo respecto a la última consulta electoral catalana.

El voto útil del elector de centro y derecha no nacionalista colocó a Alianza Popular en un destacado tercer lugar, pasando por delante de centristas y comunistas. En las comarcas de Tarragona llegó a equipararse con CiU, ambos con un 20% aproximadamente.

Esquerra Republicana, el partido del president del Parlament Heribert Barrera, tendía a mantenerse o a subir muy ligeramente con respecto a los votos obtenidos en 1979, al cerrar esta edición ERC obtiene un diputado por Barcelona.

Al PSUC, que el 1979 consiguió ocho diputados (siete en Barcelona y uno en Tarragona) se le adjudicaban dos. Ninguna otra formación obtenía representación parlamentaria en Cataluña.

Si desoladora es la caída para el PSUC que pasa a ser el quinto partido por detrás de Esquerra Republicana, desesperados son los resultados de las dos opciones de centro (Centristes y CDS), que en forma de un solo partido consiguió hace cuatro años doce diputados en toda Cataluña. El voto de cada uno de estos grupos fue más o menos semejante, contabilizándose alrededor de un 2% del total de votantes de Cataluña, en los puestos sexto y séptimo.

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Censo mejorado

Las otras formaciones con aspiraciones a escaño -Nacionalistes d'Esquerra, Partit dels Comunistes de Catalunya (PCC) y Partido Socialista de Andalucía (PSA)- se resintieron agudamente del tipo de voto polarizado en dos opciones en toda España, tres en Cataluña contando CiU. La fuerte participación se debió, en buena parte, aunque no fundamentalmente, en la actualización del censo llevada a cabo entre 1979 y 1982, que en el caso de Barcelona ha supuesto reducir unos 100.000 votos doblados, índice correctivo de la ganancia de participación.

Otra de las causas de esta afluencia masiva a las urnas fue la movilización experimentada por el elector de derecha. No en vano los distritos barceloneses con menor índice de abstención fueron, por ejemplo, la zona de Pedralbes y Bonanova con un 81% de participación.

En términos generales, el voto de centro fue hacia Alianza. Popular en las zonas urbanas, mientras que en las rurales se canalizaba hacia Convergéncia. El 19% obtenido por los Centristes de Catalunya en 1979, cuando contaban con Adolfo Suárez, fue divididamente hacia Alianza Popular y CiU, en mayor proporción al primer partido. La derecha que en 1980 dio su confianza a Jordi Pujol se la retiro ayer en buena medida tanto en virtud de la dinámica estatal (Manuel Fraga, único líder de derechas capaz de frenar al socialista Felipe González), como por la propia política social y económica de Convergència, demasiado radical la primera y poco definida la segunda a los ojos de ese tipo de elector.

Los votantes de izquierda. eligieron al PSC-PSOE como depositario de sus intereses, con un. limpio trasvase de votos. El crecimiento de los socialistas catalanes con respecto a su buena cota de 1979 (del 29,2% en toda Cataluña al 42% que se estimaba anoche) se consiguió arrebatando votos a los comunistas en virtud del voto útil: la suma de los porcentajes de los dos partidos es exactamente igual a la de sus resultados de 1979.

Aunque la jornada transcurrió con absoluta normalidad, se produjeron numerosos problemas por errores mecánicos en la confección de las listas de votantes. Uno de estos problemas afectó a unas doscientas familias del barrio barcelonés de la Barceloneta que no pudieron votar por no estar en las listas pese a llevar cincuenta años viviendo en el barrio.

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