El líder de AP defiende las ventajas de la polarización y el bipartidismo
El líder de Alianza Popular, Manuel Fraga, hizo anoche una defensa a ultranza de un sistema político basado en una mayoría gobernante y una oposición fuerte como alternativa de poder. "Es importante crear una mayoría y un sistema nacional de partidos que permita gobernar, y gobernar en serio", dijo.En una conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI, de Madrid -y programada, con el título de Hacia unas elecciones decisivas, desde el pasado mes de julio-, Fraga afirmó que la polarización política no es mala -"es necesaria incluso"- y defendió la necesidad de un sistema de pocos partidos o coaliciones -"lo ideal, dos"- de base nacional y moderados. "Esto podrá lograrlo el cuerpo electoral votando sólo las dos mayores opciones y eliminando las demás, incapaces de crear otra cosa que no sea confusión y debilidad en el Gobierno", añadió el líder de AP.
Fraga añadió que la importancia de las próximas elecciones generales va más allá que los propios partidos y sus programas y candidaturas en liza. "Se juega", dijo, "algo más profundo: el salir de la inseguridad social, de la inestabilidad política, para entrar progresivamente, tras siglo y medio largo de bandazos, en un sistema institucional que garantice la convivencia pacífica y el gobierno eficaz de los españoles".
La conferencia de Fraga fue seguida con apasionado interés electoral por unos 3.000 de sus simpatizantes, que abarrotaban tres salones y los pasillos cercanos del hotel madrileño donde se celebraba el acto. Entre la audiencia, compuesta mayoritariamente por personas de mediana edad, repartidas al 50% entre hombres y mujeres, figuraba el ex presidente del Gobierno Carlos Arias Navarro, los ex ministros franquistas López Rodó, Solís, Allende y García Baxter, y el vicepresidente de la CEOE, José Antonio Segurado.
La presentación del orador, acogido con gritos de presidente, presidente, corrió a cargo del presidente de la Junta de Galicia, Gerardo Fernández Albor, quien hizo una semblanza histórico-sentimental de "Manolo Fraga, Manoliño Fraga, aquel rapaciño de Villalba que no tiene nada que ver con el destripador que nos están presentando por ahí".
Fernández Albor reveló algunos secretos de Fraga; entre ellos, el de que el líder de AP tomó su decisión de dedicarse a la vida política durante el retiro en unos ejercicios espirituales en el monasterio gallego de Samos, a los que acudió en su juventud.
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