La comparecencia de Oliart

Me pareció alarmante ver al ministro de Defensa ante la Diputación Permanente de las Cortes intentando no contestar nada de lo que concretamente se le preguntaba sobre el pretendido golpe de Estado del 27-O. El señor Oliart debe saber que los ciudadanos no necesitamos justificaciones, que no nos convenció con sus pruebas necesarias ni con su secreto sumarial. Desgraciadamente, tal como dijo un diputado, nadie confía en un Gobierno que desde la operación Galaxia hasta ahora no se ha atrevido a afrontar la situación o no desea afrontarla, porque una de las complicaciones de la democracia es que a veces uno no sabe si éste o aquél están del lado de la legalidad parlamentaria o de la ilegalidad política. Nadie cree, en definitiva, que no se puedan dar nombres (cuando otras veces y en otros casos se han pronunciado con ligereza); nadie cree que se pueda permitir que dos golpistas se reúnan durante horas, estando uno de ellos detenido y custodiado; nadie cree que por respetar la ley se permita a grupos de extrema derecha y paramilitares que atenten en discursos públicos o en publicaciones contra la misma esencia de la democracia. Basta de contemporizaciones y basta de concesiones que ponen en peligro el derecho de los ciudadanos a ir libremente por las calles. /