Defender la Constitución

Hace pocas fechas un observador europeo de la política española comentaba que en el Estado español existían hoy libertades y facilidades para la actuación política que en otros Estados europeos de sistemas constitucionales consolidados no se producían con tanta facilidad como entre nosotros.( ... ) Sin ir más lejos, en la República Federal de Alemania toda actuación que no se atenga al respeto a las normas constitucionales está severamente limitada. En España, por el contrario, y en nombre precisamente de la Constitución, se pueden ceder los medios informativos, que son de todos, para algún partido que se atreve a exponer que si ganara las elecciones "eliminaría la Constitución y suprimiría todos los partidos políticos". Naturalmente, la, grandeza de la democracia está en que incluso los que luchan contra ella se vean protegidos por los mismos mandatos constitucionales que defienden la libertad. Pero una cosa es el respeto a la libertad y otra caer en un angelismo político que nos puede costar muy caro.

A nuestro entender, el hecho de que legalmente un partido un candidato pueda presentarse las elecciones no quiere decir necesariamente que proclamas de probable contenido golpista y anticonstitucional vayan a poder tener cabida en los medios de información del Estado, que costearnos todos los españoles. Volvamos al ejemplo de Alemania del Oeste: cualquier actuación pública de signo fascista o parafascista, dictatorial o totalitaria, o qué propugne ideologías contrarias a la convivencia pacífica y a la legalidad constitucional tienen un ámbito de actuación muy reducido, y la fiscalización de unos jueces capaces de poner coto a todo lo que suponga un ataque a la Constitución.

16 de octubre.