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El 28 de octubre, elecciones legislativas

Landelino Lavilla asegura que están sentadas las bases para una democracia pacífica y estable

La sombra de la intentona golpista del 27 de octubre y el fracaso de la coalición de UCD con Alianza Popular, primera fuerza regional gallega, planeó ayer sobre la mayor parte de los actos de la primera jornada de campaña de Landelino lAvifia en Galicia. En Pontevedra, Lavilla dijo: "Contra los intentos mas o menos osados o aventureros de torcer la voluntad del pueblo español, cabe decir que nunca como hoy en la historia de España, han estado tan bien sentadas las bases para asegurar una convivencia y una democracia pacífica y estable".

El presidente de UCD fue especialmente reservado en sus apreciaciones sobre el abortado intento de golpe de Estado, al que aludió siempre de forma indirecta. "No estoy dispuesto a utilizar un tema tan grave como el de la intentona golpista con fines electoralistas", dijo. Sin embargo, sus íntimos colaboradores comentaban la preocupación del presidente de UCD por que su partido, desde el Gobierno, aclare a la mayor brevedad la cuestión. Ello se basa en el temor del propio Lavilla de que en la recta final de la campaña se apunte a UCD un tanto negativo.Lavilla había llegado poco antes de las once de la mañana al aeropuerto de Vigo a bordo de un avión privado, procedente de Pamplona. Tras celebrar una reunión con dos centenares de militantes, se trasladó a Pontevedra. Hizo no obstante un alto en el camino para visitar el mercado público de Redondela. Allí se produjo un incidente que el líder de UCD resolvió con diplomacia. Un joven con barba, trabajador de la empresa de camisas Regojo, en crisis, y al que se le considera militante del Bloque Galego, se dirigió al presidente de UCD a gritos reclamándole trabajo. El presidente de UCD se fue hacia él y le pidió que no gritara y aceptara una discusión normal. A un lado y a otro de un puesto del mercado mantuvieron luego una charla mucho más distendida.

Rechazo al 'voto del miedo'

Al término de la conferencia de prensa que celebró en Pontevedra, en la que Landelino Lavilla rechazó la utilización del voto del miedo, se dirigió. a Villagarcía de Arosa. En una comida de trabajo, en la que no faltó ribeiro y empanada gallega, trató de vender la opción de centro renovada ante unos trescientos invitados, representantes de las pequeñas; y medianas empresas, cámaras agrarias y profesionales liberales, que en su mayor parte no son siquiera simpatizantes de UCD.

Lavilla se arrogó como el activo más importante de UCD "la gran operación de construcción del Estado democrático en base a una Constitución". Insistió en que no ha existido en España mas mayoría natural que la que se creado en torno a UCD en 1977 y 1979. "El intento de AP de arrogarse esa gran mayoría es baldío. Ellos no conseguirán nunca siete millones de votos para ganar las elecciones en España. UCD puede volver a ganar. España es de centro y de centro sociológico. Por ello AP y PSOE han moderado sus planteamientos para disputar el centro a UCD".

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Se negó Lavilla a aceptar "con resignación anticipada" un triunfo del PSOE. "Niego que el resultado previsto de un triunfo del PSOE tenga que ver con la realidad de las aspiraciones del pueblo español, que es moderado y de centro". Como en anteriores ocasiones no perdió Lavilla oportunidad para criticar duramente la dinámica de bipolarización que se está produciendo en España cara a las elecciones.

Sustituir la confrontación por el diálogo

"Hay en España conflictos y diferencias ideológicas que hacen temible ese permanente sometimiento a los españoles a estímulos de alineación de izquierda o derecha por los que se camina hacia la radicalización".

Como era de esperar un máximo representante de la CEOE gallega preguntó a Lavilla las razones por las que no se llegó a una coalición con AP y las diferencias con éste partido. El presidente de UCD indicó que existen principios ideológicos, de talante y de estrategia política global, que aconsejaron no llegar a un acuerdo con AP. Como razones ideológicas resumió la distinta dinámica defendída por uno y otro partido sobre la importancia del sector público y privado en la economía y en la educacíón y la distancia de UCD con respecto a AP en lo que hace a la defensa de la Constitución.

Señaló también que frente al talante de confrontación que viene siendo habitual en AP, son el diálogo y la conciliación del principio básico del centrismo. Por lo que hace a la estrategia electoral Lavilla aseguró que es muy difícil aunar los criterios con Alianza Popular, "máxime cuando tras la pretensión directa de este partido de destruir a UCD, será invitado luego a converger en una coalición. El sentido histórico y político del papel de UCD, como centro, hacía inaceptable la coalición con Alianza Popular".

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