El congreso del Partido Conservador británico abre la precampaña electoral en un tono radical

Bajo el lema de "El enfoque decidido", el partido conservador británico se lanzó a una precampaña electoral cuando ayer, en Brighton, abrió las puertas de su congreso anual. Su mejor baza para esta etapa es el liderazgo de la primera ministra, Margaret Thatcher, cuya personalidad es objeto de culto y adulación entre sus seguidores tras la victoria británica en las islas Malvinas. Los conservadores irán a las próximas elecciones generales -en mayo de 1984 a lo sumo- sin cambiar su política general.

"El hombre de poca salud, débil y tímido, teme al pueblo y es un tory (conservador británico) por naturaleza", escribió en 1823 Thomas Jefferson a Lafayette. Siglo y medio después, estas palabras han perdido su validez. Los oradores del patio, que subían a la tribuna de este congreso, eran más radícales que el Gobierno. Pedían más recortes, más privatizaciones, más peso al mercado, más gastos militares y más material bélico que los ministros de Margaret Thatcher."Se piensa que el paro" -3.300.000- "es nuestro punto débil", señaló el presidente del partido, Cecil Parkinson, "pero la gente sabe que el desempleo es una cuestión sumamente complicada que ningún Gobierno puede resolver". Es la primera vez que el Gobierno Thatcher comienza a reconocer que no hay solución inmediata, a pesar de indudables mejoras en el control de la inflación o en la productividad. Parkinson pide ahora cinco años más de Gobierno conservador para invertir el deterioro de la economía británica, con la misma política que en los últimos tres años. Es un considerable riesgo político el que está asumiendo Margaret Thatcher.

La dama de hierro no es persona que busque política de consenso sino de consentimiento. Hasta el momento ha ganado su apuesta política. Un año atrás su futuro estaba en entredicho. Desde entonces..., "Gran Bretaña tiene la primera ministra más trabajadora y mejor líder de la tierra... Lo mejor desde que se inventó el pan de molde", rezaba una resolución presentada en este congreso, donde da igual lo que se vote, pues este foro no decide. "El mundo es un lugar más seguro porque bajo el gran liderazgo de Thatcher Gran Bretaña ha demostrado su voluntad de hacer frente y luchar contra la agresión", señaló el ministro de Defensa, John Nott, quien no dudó en afirmar que los soldados británicos son, "simplemente, los mejores del mundo".

Nott, sin embargo, defendió su política de recortes para defensa a pesar de las Malvínas, y garantizó buena logística Y suficientes municiones dentro de un presupuesto equilibrado. Nott abandonará próximamente su cargo.

El ministro de Defensa defendió la disuasión nuclear independiente británica -los Polaris y próximamente, los Trident- con argumentos que podrían ser fácilmente utilizados por los partidarios de la proliferación nuclear. El Congreso criticó la decisión laborista a favor del desarme nuclear unilateral.

Los conservadores consideran a los laboristas como sus mayores enemigos. Pero temen que la alianza liberal-socialdemócrata les robe votos y lleva, gracias al sistema electoral vigente, a los laboristas al poder. De ahí las críticas que se profirieron en Brighton contra esta alianza.