El trabajo femenino aumentó su participación en un 22,98% en los últimos 24 años

Entre los años 1964 y 1980 se ha producido un aumento del 22,98% en los índices de actividad femenina, dato que contrasta con el descenso registrado en ese mismo período en los índices de actividad masculina. El incremento experimentado en la incorporación de la mujer al mundo laboral resulta más significativo si se tiene en cuenta que el mismo coincide con el agudizamiento de la crisis económica, según se desprende de la ponencia Medidas de fomento de empleo femenino, presentada por la secretaría de la Mujer y el gabinete técnico de CC OO a las III Jornadas de la Mujer, que, organizadas por esta central, comenzaron ayer en Madrid.

El citado estudio, que se basa en datos oficiales, analiza el comportamiento de la población femenina en España y subraya el hecho de que más de las tres cuartas partes de la población considerada como inactiva son mujeres. Las causas de esta situación son, según la.citada ponencia, que, dentro de los inactivos, el colectivo más numeroso es el compuesto por las amas de casa, excluidas como fuerza de trabajo entendido en sentido tra dicional.Sin embargo, desde 1976 a 1980, período en el que más se ha agudizado la crisis económica con sus consecuentes repercu siones en el empleo, no sólo no ha aumentado el índice de ama de casa, sino que incluso ha descendido de manera muy importante. De acuerdó con los datos manejados por CC OO, la disminución experimentada en este colectivo ha sido ole casi 400.000 mujeres, que se han ido incorporando a la actividad laboral y a los estudios.

El documento sitúa las razones de esta creciente participación laboral de la mujer en un comportamiento cada vez más autónomo de la oferta de trabajo femenino, que, ajuicio de los autores de la ponencia, responde a una superior resistencia de la población femenina a abandonar su actividad y a la incorporación de nuevos sectores de mujeres al mercado laboral. Sin embargo, los trabajos a los que se ha ido incorporando siguen siendo de carácter marginal, los peor remunerados y en sectores muy atrasados y de bajo nivel tecnológico.

La propuesta recogida en la citada ponencia sobre un programa de fomento de empleo contempla la necesidad de una legislación antidiscriminatoria y antisexista, la persecución del trabajo negro y la modificación del Estatuto de los Trabajadores para permitir a la mujer su acceso a la contratación a tiempo parcial. Asimismo se recogen sugerencias sobre formación profesional y generación de empleo femenino a través del sector público.