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En el pabellón de incurables

Las bodas de Fígaro, commedia per musica en cuatro actos con libreto de Lorenzo da Ponte y música de Mozart, que hoy emite Televisión Española, conserva intacta, desde su estreno en Viena en 1786, su capacidad de oxidación. La ópera concibe los caracteres como si fueran metales que, al simple contacto con el aire, no sólo cambian de tono, de aspecto, sino que también se deterioran, adquieren con sorprendente, alarmante rapidez la lepra de la herrumbre. El complicadísimo rigodón del enredo es aquí un experimento sobre la fragilidad de las apetencias llamadas humanas, siempre en un tris de corromperse. Peor aún el tiempo de vida de una ilusión resulta directamente proporcional a su capacidad de putrefacción. Mozart demuestra que los sentimientos, para desarrollarse, para alcanzar la plenitud (grado máximo de moho), deben avanzar no desde el impulso de la esperanza, sino de la aceptación de que los gusanos engordan zampándose el ardor amoroso que crece para ser devorado.Se ha visto, agazapada en las muy accidentadas bodas de Fígaro, una versión doméstica de la lucha de clases. El conde Almaviva acaricia la apetencia de adelantarse a Fígaro en el lecho conyugal, imponiendo el derecho del señor a pasar la primera noche con la esposa de su criado. Tal pretensión, gesto muy crudo de dominio, no es la única fuente de tribulación.

Mozart analiza la atmósfera enrarecida que aún se conoce como ambiente social. El trato no lo impone, no lo señala la etiqueta, ni el rango, ni la alcurnia, ni el oficio, ni la cuna. Las relaciones dependen de una causa menos clara, para.algunos quizá, indescifrable, que se resiste a cualquier intento de medición: la capacidad del hombre, el genio de la mujer para aprovechar del entorno lo que más pueda dañarles. Las influencias perniciosas se sorben con delicia. Los afectos se rigen según criterios estrictos de destrucción. De los licores, se prefiere el dulce y venenoso. Dejas mujeres, la más estúpida. De los hombres, quien miente mejor. La afición por la muerte no sólo procura el aniquilamiento de cada individuo por separado, sino que facilita la enfermedad de los demás.

Las bodas de Fígaro se emite hoy a las 21.45 por la segunda cadena.

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