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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El cine da cuerda a la juventud

Tomàs Delclós

Taking-off, de Milos Forman, es una película de1971. Su aparición coincide en un momento en el que se consolida el rejuvenecimiento estadístico del consumidor de cine. Mientras en 1962 la edad media del espectador cinematográfico era de algo más de 39 años, una década más tarde era de veintiocho años. A principios de los setenta, el público juvenil suponía el 55% de las entradas, y los espectadores con menos de veinticinco años iban tres veces más al cine que sus abuelos. No es de extrañar, pues, que la industria empezara a pensar masivamente en el lanzamiento de unos productos que hablaran de la juventud.El graduado es de 1967. Las primeras muestras de filmes sobre la contestación universitaria datan, asimismo, de 1967. Ahí está Sons and Daughters o The love-ins, película en la que un profesor universitario abandona la institución para hacer apostolado del LSD. En 1969, Antonioni fabricó su Zabriske Point, y Lindsay Anderson estrenó If. Easy rider es contemporáneo de los filmes citados, y el tema de Los ángeles del infierno, inaugurado por Roger Corman en 1966, ya era una plaga en 1970. Milos Forman, pues, no hace otra cosa que seguir la corriente.

El cineasta checo emigrado a Estados Unidos tras la ocupación soviética de sia país aplica al Taking-off (película que en España tendría el desgraciado y moralizante título de Juventud sin esperanza), su capacidad para el detalle costumbrista. Forman retrata a unos padres de la clase media norteamericana sin autoridad moral sobre sus hijos. No se trata tanto de padres que den mal ejemplo, como de unos adultos que llevan una vida insulsa y que llegarán a la muerte con las manos vacías. Para colmo de males, una vez que echan una canita al aire son descubiertos por sus hijos tras una especie de strep-poker que ha dejado al pater familias con la misma vergüenza de Adán cuando descubrió que estaba desnudo.

Forman, con todo, camufla el simple halago al público juvenil con algunos apuntes sobre cierta juventud cuya conducta contestataria es de una fragilidad apabullante.

El filme tiene instantes de una enorme acidez en el retrato de los personajes, instantes en los que se aprecia la pluma de Jean Claude Carrière, guionista habitual de Buñuel. John Guere, guionista de Atlantic city, también tiene que ver en la paternidad de este filme, desigual pero interesante ejercicio de crítica a una generación instalada en la necia comodidad de la confiada sociedad norteamericana. Forman se ampara en la comedia satírica no sólo con ánimo de trivializar mensajes que en aquella época tenían demasiada literatura apostólica, sino para, también, evitar falsas categorías sociológicas. Las modestas aspiraciones del producto, a pesar de sus baches, lo hacen más simpático que los traba os de un Antonioni, por ejemplo.

Milos Forman está afincado en Estados Unidos. Es autor de títulos como Alguien voló sobre el nido, Ragtime y de la versión cinematográfica del musical Hair.

Taking-off se emite mañana a las 22.00 por la primera cadena.

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