Gonzalo de Bethancourt, periodista
El pasado domingo murió en la tranquilidad de un balneario de Benicarló el periodista Gonzalo de Bethancourt y Carvajal, subdirector del diario Pueblo. Contaba cincuenta y cinco años y desde hace varios meses padecía una grave y progresiva enfermedad.Los amigos de Gonzalo, que son muchos, sienten hoy con dolor su desaparición, pero saben, porque le conocieron bien, que su muerte es el último acto de una actividad vital que no ha conocido descanso. Si alguien puede preciarse de haberse ido de este mundo sabiendo cómo es, de la cruz a la firma, la vida, ese es sin duda Gonzalo de Bethancourt.
Su biografía personal y profesional estuvo marcada por tres hechos determinantes: su cuna familiar sevillana, la pasión por la fiesta de los toros y su amor por América Latina. La primera le dio la inigualable pátina de simpatía, de cultura y de refinamiento casi aristocrático que solamente puede adquirirse en Sevilla. La segunda le descubrió como andarín incansable, admirador de toreros clásicos, (la mujer de uno de ellos, precisamente su mejor amigo, Antonio Ordóñez, murió también ayer), y valedor, cuando fue preciso, de renovadores e inconoclastas.
La crítica taurina, que ejercía con el nombre de Gonzalo de Carvajal, le dió la oportunidad de conocer tan, a fondo América Latina que no podo resistir la poderosa atracción de aquellas tierras. Desde Bogotá, Gonzalo siguió durante varios años el desarrrollo de los más importantes acontecimientos sociales y políticos de aquel continente, reflejados en las crónicas magistrales que publicaba Pueblo. En ellas se descubría meridianamente que la de periodista era la cualidad más clara de su personalidad.
El sepelio del compañero fallecido se efectuará hoy en Madrid.
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