Andrés Fernández Rubio
Un leonés de 65 años que fue secretario de campo con media docena de ministros en las cacerías del general Franco, no guarda muy buenos recuerdos de algunos familiares del anterior jefe de Estado, según ha manifestado a la Prensa local. En sus declaraciones asegura que "el marqués de Villaverde es uno de los seis mejores tiradores de España, pero, el peor cazador, porque se portaba como un déspota y todo lo quería para él; con eso de que era el yerno del Caudillo, era el amo", informa Antonio Núñez, Tras afirmar que el marqués llevaba cuatro jóvenes escoltas que robaban las perdices de los demás cazadores, dice que en una ocasión le amenazó con la escopeta porque, para compensar, "le cogí las suyas". Al parecer, Francis Franco no le iba a la zaga a su padre, porque "tiraba muy bien, a pesar de ser muy joven, pero como persona era un sinvergüenza. No tenía respeto por nada ni nadie. El abuelo no le decía nada; era su ojo derecho. Bien se lo pagó el Francis, que heredó todas las armas de Franco y las vendió una a una. Armas que valían una millonada".En cuanto a los ministros que acudían a las cacerías del general, Fernández Rubio recuerda que "Solís era un hombre muy saludón, todo lo contrario a Fraga, que pasaba junto a las personas sin mirarlas la cara". "Fraga", según él, "enseguida daba la novedad a Franco y era, además, un hombre muy serio y muy apático".
Por aquellos, días, un joven "buena persona" participaba también en las jornadas de caza. "Te preguntaba, daba siempre las gracias y era muy respetuoso". "Todavía era príncipe", añade el antiguo secretario de campo, "pero don Juan Carlos era a Francis Franco como el sol a la luna".
