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El Victorino no quería el indulto.

La mala doma de los cabestros, la impericia del cabestrero y la tozudez del Victorino, en perfecta amalgama, produjeron anoche un paréntesis de casi dos hora en la corrida de la Prensa. El toro de Victorino Martín había sido indultado por su bravura pero no había forma de hacerle volver al corral, a pesar de que se intentaron todos los métodos, desde apagar las luces de la plaza, dejando encendidas únicamente las de los chiqueros, hasta el método de soltar un perrito simpático y valiente, que puso en fuga a los mansos y se encaró con el bravo. El toro de Eduardo Miura fue protestado, ovacionados los de Hernández Pla, Salvador Guardiola y Fermín Bohórquez, pitado el de Celestino Cuadri e indultado el de Victorino Martín. Los toreros fueron Manolo Cortés (protestas y bronca), José Antonio Campuzano (algunos pitos y pitos) y Ortega Cano (gran ovación y salida a los medios y silencio). Página 23

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