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La mayor parte de los 'suaristas' no tiene previsto asistir a la reunión del Consejo Político de UCD

Los suaristas tenían anoche la consigna de no asistir a la reunión del Consejo Político que elegirá hoy, salvo imprevistos de última hora, a Landelino Lavilla como presidente de Unión de Centro Democrático (UCD) en línea con la ausencia de Agustín Rodríguez Sahagún en la última sesión del ejecutivo centrista, es decir, "para no apoyar ni obstaculizar", según sus propias palabras. La sesión de hoy pretende cerrar la prolongada crisis del partido en el Gobierno, abierta el mismo día 23 de mayo, tras la espectacular derrota en Andalucía.

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El conflicto interno de UCD parece que se saldará con las fugas de Oscar Alzaga y sus seguidores por el ala derecha, de Adolfo Suárez para crear su propio partido por la izquierda, y de algunos liberales que pretenden ingresar en el futuro partido de Antonio Garrigues Walker. Los previsibles cambios en el gabinete ministerial pueden ser, a mediados de mes, el punto final de una etapa dificil y el comienzo firme de la carrera electoral.Si se tiene en cuenta que los suaristas son la minoría mayoritaria de los 239 miembros que componen el Consejo Político, Landelino Lavilla puede obtener los votos necesarios para su nombramiento con los democristianos, los liberales, los leopoldistas y parte de los independientes y los azules, sector este último, que parece jugar a todas las bandas, a tenor con su actuación en el último ejecutivo.

Los suaristas, entendiendo por ello a los incondicionales de Adolfo Suárez -muchos menos en estos momentos, en el interior de UCD, de los que se identificaban como tales hace pocas semanas-, han optado por no asistir al Consejo Político para dejar bien patente que su proyecto político es ahora otro, al margen de UCD. Según afirmaba anoche un cualificado suarista tan sólo Rafael Calvo Ortega, en representación de Asturias, asistirá a la reunión, entre otras cosas, para observar detenidamente lo que allí ocurra y transmitirlo después a sus compañeros de ideología.

Suárez viaja a Venezuela

Adolfo Suárez, por su parte, sigue guardando un hermético silencio, al menos en lo que a declaraciones oficiales se refiere. El ex presidente del Gobierno iniciará en breve un viaje a Venezuela. Según un hombre de confianza del ex presidente será después de su regreso, previsto para el próximo día 18, cuando Adolfo Suárez presentará a los medios informativos su nuevo proyecto de partido, cuya tesis básica será la recuperación del centrismo.

El nuevo partido dispone ya "de los medios de financiación suficientes", afirma ayer la fuente antes citada. Los últimos contactos mantenidos por Rodríguez Sahagún con algunos medios financieros y empresariales españoles irían en este sentido. Respecto al nombre del partido de Suárez, la citada fuente añadió que no lo harán público hasta después de su inscripción en el registro del Ministerio del Interior. "No queremos que nos pase algo similar a lo que le ha ocurrido a Oscar Alzaga", añadió. Como se recordará, Oscar Alzaga tuvo problemas, al final resueltos gracias a una oportuna llamada de un alto cargo de Interior, para inscribir su Partido Demócrata Popular (PDP), ya que un grupo de "estudiantes" intentaron registrar otro PDP un día antes de lo que tenían previsto hacerlo los hombres de Alzaga.

El primer firmante del otro PDP, Juan José Postigo, declaró después que se había tratado de "una mera casualidad", y que a él la política le parecía "un mundo corrompido". No obstante, el hecho no ha quedado claro, y los suaristas no se explican muy bien cómo Postigo, al que tan poco le agrada la política, sea el primer firmante de una solicitid para crepir un partido político.

Prevenciones aparte, Adolfo Suárez, visto que en UCD no podía llevar adelante su proyecto político, ha decidido crear su propio partido para atraerse los votos que, según la citada fuente, "no votarán al PSOE pero tampoco lo harán por Fraga ni por la UCD de Lavilla-Calvo Sotelo, porque ni uno ni otro van a proporcionar credibilidad a una idea de centro. Están, tanto uno como el otro, identificados con la derecha".

Suárez y sus fieles se están haciendo estos días la misma pregunta: .¿Por qué Calvo Sotelo impide la vuelta de Suárez a UCD al reclamar éste la presidencia con plenos poderes y, en cambio, se la ofrece a Lavilla?. "Nos parece una incoherencia" prosiguió el citado portavoz suarista, "porque Lavilla no sólo quiere asumir los poderes que Suárez reclamó para sí, sino que incluso nombra a un sucesor y Calvo Sotelo se lo adrílite y le apoya". La respuesta a ese interrogante es, según los suaristas, el trasfondo político de la cuestión: "Nosotros no vemos otra salida a esa UCD de Lavilla y Calvo Sotelo que la de un futuro gobierno de coalición con Fraga, en su intento de obtener una mayoría parlamentaria que logre detener al PSOE".

A Adolfo Suárez, por esta razón, le interesa que la nueva UCD sea capitaneada por Lavilla y de ahí su no beligerancia contra el candidato a presidente centrista. "Cuanto más cerca de Fraga estén ellos, mayor espacio político nos dejan", es su argumentación.

Los estatutos del nuevo partido de Suárez están ya redactados, e igualmente están ultímados los contactos con políticos e independientes para integrar las futuras listas electorales.

Así las cosas, al Consejo Político de hoy pueden asistir no más de 170 o 180 delegados. Los estatutos del partido establecen que, en una primera vuelta, se exigirán los votos de la mayoría absoluta de los presentes, no de los 239. Si no lograra el quorum necesario, se presentaría a la segunda vuelta, para la cual sólo precisa la mayoría simple de los asistentes.

Los previsibles votos de Lavilla

Lavilla cuenta en principio con el apoyo de leopoldistas, democristianos, liberales (condicionado a que acepte, por lo menos, la existencia de "corrientes") más una cifra considerable de independientes, no alineados con ninguna familia ideológica y que decidirán su voto tras escuchar los proyectos que el candidato no quiso adelantar al ejecutivo y que expondrá hoy al Consejo Político. Los azules, en la última reunión del ejecutivo, apostaron por las tres posturas: hombres como Rosón o Sancho Rof votaron a favor de las condiciones del candidato; Pérez M¡yares y, Gabriel Cisneros se abstuvieron, y Rodolfó Martín Villa votó en contra.

En medios centristas se interpreta este reparto como una advertencia a Lavilla de que su voto estará condicionado a la obtención de alguna parcela de poder, que podría ser desde la secretaría general, su máximo objetivo, a alguna secretaría ejecutiva, como la de Organización o la de Acción Electoral. Cuando Rafael Calvo era secretario general de UCD, Martín Villa intentó crear una secretaría general adjunta para Manuel Núñez. Entonces no lo logró, pero ahora podría volver a intentarlo.

Ayer comenzaron a circular nombres para la secretaría general del partido. Con las lógicas reservas de credibilidad, dada la fluidez y el confusionismo que caracteriza al partido en el Gobierno, los candidatos, ayer, eran: Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, hombre de total confianza de Lavilla; Jaime Lamo de Espinosa, como puente con los azules, o el liberal Enciso, que ya ha adelantado que volverá a insistir en la reunión de hoy que se reconozcan las tendencias en UCD.

En todo caso, lo que parece que Lavilla desea para asumir la presidencia, además del cese inmediato de las luchas internas por el poder, es una remodelación del Gobierno que añada credibilidad a la "nueva" UCD. La salida de Cavero de la secretaría general del partido obligaría automáticamente a ello, ya que, a cambio, se le habría prometido una cartera ministerial. Las dudas y el "cansancio" del vicepresidente económico, Juan Antonio García Díez, es otro elemento que fuerza la crisis de Gobierno. García Diez, al igual que otros socialdemócratas como Gámir, no han decido aún si acercars e al partido de Suárez, permanecer en UCD o marcharse a sus casas.

El ministro de Transportes, Luis Gámir, si bien admitió haber pronunciado la frase de "Yo no soy suarista" en el la última reunión del comité ejecutivo, (Ver EL PAÍS de ayer domingo), añadió a este periódico que afirmó tal cosa en el contexto de que "no creo en la política a través de las adhesiones personales, sino ideológicas y creo que su marginacíón o automarginación, aumentaría la descompensación entre las distintas fuerzas del centrismo.

El orden del día del Consejo Político de hoy es el siguiente: primero intervendrá el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, para exponer las razones de su dimisión como presidente del partido. Después, pronunciará un discurso el secretario general y, tras un debate, el candidato Lavilla presentará su proyecto operativo que, según manifestó el mismo en el ejecuitivo, "va más allá" del documento ideológico aprobado.

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