Las pérdidas globales del INI ascendieron a 100.105 millones de pesetas en 1981
Las pérdidas totales del grupo Instituto Nacional de Industria (INI), durante el ejercicio de 1981, ascendieron a 100.105 millones de pesetas que, como consecuencia de las subvenciones directas incluidas en el Presupuesto del Estado, junto a las aplicadas al carbón nacional, quedaron reducidas a 16.947 millones, según los datos presentados ayer, oficialmente, por el presidente del Instituto, Carlos Bustelo. El presidente del holding público adelantó que el INI espera reducir sus pérdidas en 15.000 millones durante el presente ejercicio al tiempo que incrementar sus ventas y exportaciones.
Aparte de los resultados, Carlos Bustelo resaltó, como el aspecto más importante del pasado año, el fuerte incremento de las ventas, que han superado el billón de pesetas. Los costes y gastos registrados en 1980 totalizaron 981.545 millones de pesetas, sin incluir los financieros. Sólo éstos totalizaron 135.864 millones de pesetas, lo que ha determinado el fuerte déficit de explotación, ya que Bustelo mantiene que el INI tuvo un resultado neto de explotación que es positivo en 46.313 millones de pesetas.La cuenta de resultados del grupo INI, en cualquier caso, planteó ayer algunas dudas sobre su sistema de contabilidad entre los periodistas asistentes a la reunión informativa en la que se presentaron. Estas dudas se referían a la disparidad entre las cifras correspondientes al ejercicio de 1980 el pasado año y las entregadas ayer. Fernando Rubio, director financiero del INI, rechazó tales interpretaciones y señaló que tanto el último ejercicio como el anterior se guiaron por el Plan Nacional de Contabilidad.
Segregación de empresas
En este sentido, algunas cifras presentadas el pasado año se realizaron, según Rubio, con provisionalidad. Otro factor que pudo influir fue la creación del Instituto Nacional de Hidrocaburos (INH), que desgajó cinco empresas del INI. En cualquier caso, el director financiero y el vicepresidente, Carlos Espinosa de los Monteros, aseguraron que no había disparidades.Respecto a los costes de la financiación, sorprende el hecho de que éstos aumentaran en 36.912 millones de pesetas con relación al ejercicio anterior, precisamente en un año en el que el INI contó con una subvención directa de 78.000 millones de pesetas a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, subvención que duplica prácticamente la recibida en 1980. Aquí, un portavoz del INI manifestó que la citada ayuda estatal no había sido recibida hasta abril de 1982, con lo que el efecto reductor de los gastos financieros no se había producido en el ejercicio de 1981.
Carlos Bustelo manifestó que las pérdidas del ejercicio, en relación con el año anterior, se habían reducido en pesetas constantes aunque en cifras absolutas habían sido prácticamente las mismas. El presidente del INI señaló que estos mejores resultados se debían a la recuperación del sector automóvil, defensa, construcción naval y, en cierto grado, siderurgia. Bustelo resaltó también los aumentos de precios que se habían producido y que habían ayudado a incrementar el volumen global de facturación.
En el capítulo siderúrgico, Bustelo señaló que se había producido un importante relanzamiento gracias a la exportación. No obstante sobre este sector pesa la amenaza de las recientes medidas norteamericanas y europeas, que pueden hacer que Ensidesa, la principal empresa siderúrgica del grupo, registre un mal año en 1982, por la caída de sus ventas a dichas zonas.
El argumento del incremento de ventas, resaltado por Bustelo, presenta la contradicción de que, a medida que éstas aumentan, también lo hacen los costes. El presidente del INI mencionó los incrementos (mayores en ventas que en gastos) refiriéndose en términos absolutos, pero un análisis porcentual demuestra que no se rompe del todo la dinámica del grupo y que al aumento de ventas del 18%, corresponde un incremento de gastos del 15%. Pero no sucede lo mismo con los costes financieros que, por razones poco claras, se segregan del capítulo de costes y gastos, y que representan incrementos del orden del 35%.
El presidente del INI resaltó el esfuerzo exportador que se estaba realizando en la primera mitad de este año y que estaban ayudando al grupo a mejorar sus resultados. Asimismo señaló que las ventas globales del holding se habían incrementado en un 24% en el primer semestre de este año, según mostraban los resultados provisionales que se elaboraban trimestralmente.
Por último, Carlos Bustelo tuvo varios golpes de humor para cerrar la presentación del ejercicio. Entre sus propias sospechas de que "quizá no nos veamos aquí el año que viene", el presidente del INI tuvo su frase feliz para describir el polémico proyecto Presur: "Hasta un proyecto de fabricar Rolls Royce en la Línea de la Concepción (campo de Gibraltar), que cuenta con las ayudas oficiales que dispone Presur, saldría rentable si se hiciera".
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