Antoñete,
que triunfó ayer en la última corrida de la feria de Burgos, en la que cortó una oreja de su segundo toro, tuvo que ser asistido en la enfermería de conmoción cerebral, como consecuencia de una cogida que sufrió en el primero de la tarde. El diestro madrileño había instrumentado una serie de derechazos cuando pisó la muleta y cayó a la arena. El toro le arrolló y hubo de ser trasladado a la enfermería en brazos de las asistencias. Antes de salir el cuarto, se comunicó por megafonía que Antoñete, ya recuperado, lidiaría su toro en quinto lugar. Así lo hizo y realizó una gran faena en el centro del ruedo, que aclamó el público.
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