El 'antitelediario' de la BBC, alternativa humorística a los informativos
Pocos días después de que se anunciara el embarazo de Diana, princesa de Gales, el antitelediario de la BBC británica titulado Estas no son las noticias de las nueve, que a partir de hoy emite Televisión Española por su segunda cadena, y que puede constitur una alternativa humorística a los informativos de TVE, comenzaba con esta noticia: "Se ha iniciado un nuevo juicio. La Corona contra Durex" (conocida marca de preservativos).En Estas no son las noticias de las nueve -uno de los grandes hitos del humor inglés- no hay límites. Todo está permitido, sin entrar, sin embargo, demasiado profundamente en los temas sexuales.
Sus autores son maestros en el arte del montaje. Así, Juan Pablo II canta desde su ventana del Vaticano un rock and roll. Miles de musulmanes oran postrados. No, no están orando: en realidad están buscando las lentillas del ayatollah Jomeini, uno de los blancos favoritos de la serie.
Otro de los blancos es la familia real. La reina Isabel II tomando fotos con una cámara. ¿De qué? De miembros de la guardia de palacio que exhibían sus atributos naturales con largas gabardinas. La princesa Ana no habla, relincha. Las noticias se suceden rápidamente, alternándose con canciones. Una semana, el programa arremete con los masones. A la semana siguiente, sus protagonistas se disculpan, mirando de reojo.
La manzana ya mordida
Algunas partes han provocado vivas protestas. Después de todo, se trata de la BBC, de fondos públicos. Unos atracadores entran en un banco polaco. Ignoran los billetes en la caja fuerte y se tiran sobre una manzana que ya estaba mordida. En el mismo programa, la ceremonia del oscar al país más desgraciado del mundo. ¿Los candidatos? Afganistán, Polonia, El Salvador y Gales. Todo es circunstancial en este humor negro. Dos semanas más tarde, perdería -y perderá- su gracia.A pesar de las protestas, este no es un programa malvado. Tan sólo atrevido. Pero cuando no hay límites, el mal puede carecer de sentido. Y con Estas no son las noticias de las nueve, los británicos han revelado su auténtico sentido del humor: saben reírse de sí mismos.
Pero, aviso, este es un humor muy inglés. Las bromas sobre la familia real pierden gran parte de su carga humorística sacadas del país de origen y del contexto.Muchos otros detalles se refieren a la vida social y televisiva en el Reino Unido, a los punks y a otros más elevados en los peldaños de la riqueza. Se puede dudar de que su traducción produzca los mismos efectos que la versión original. ¿Se hubiera atrevido TVE a hacer -en vez de traducir- un programa así?
En Estas no son las noticias a las nueve (el antitelediario) sobresale la grandeza del actor inglés. De los cuatro principales de la serie hay que destacar a Rowan Atkinson, de extraña cara y de la cosecha de Oxford, y a Pamela Stephenson. Los productores no se han aprovechado de su éxito, para repetirlo hasta la saciedad. Estos son programas de veinticinco minutos de duración, televisados una vez a la semana durante dos meses, con largos períodos de descanso para reflexionar e idear novedades.
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