Menotti no quiere que Palotai dirija el Argentina-Bélgica
Argentina volvió a entrenarse ayer a puerta cerrada en el campo de El Pla de Villajoyosa. Luis César Menotti incluso mandó colocar unas largas sábanas blancas detrás de una de las metas para impedir que los periodistas o curiosos pudieran ver el trabajo de Argentina desde las terrazas vecinas. Menotti en la conferencia de Prensa manifestó claros reparos hacia el árbitro húngaro, Palotai, que podría dirigir el partido inaugural Argentina-Bélgica.Aun así se pudo observar que toda la sesión fue dedicada a preparar el partido frente a Bélgica. Nuevamente el equipo formado por los suplentes se dedicó exclusivamente a tareas defensivas, saliendo en bloque para provocar el fuera de juego o tratando de hacer pressing sobre los volantes titulares para, inmediatamente, tratar de lanzar el contraataque. La novedad fue que esta vez la defensa titular de Argentina, integrada por Olguín, Galván, Passarella y Tarantini, también se adelantaba para dejar en situación antirreglamentaria a los dos o tres delanteros suplentes que intentaban ir a buscar el pelotazo. Posteriormente se ejecutaron diversas jugadas preparadas para aprovechar con alguna sorpresa las faltas que promueven un tiro libre a favor cerca del área rival. Las faltas ensayadas terminaban con salidas laterales para la llegada franca de Kempes o Passarella, dos de los mejores rematadores, ambos con pierna izquierda. En otras, era Maradona quien intentaba colocar su perfecta parábola sobre la barrera de hombres rivales.
El problema aparentemente si gue estando en la posiciones que ocuparían Maradona y Kempes, quienes por sus características suelen acercarse demasiado en al gunas jugadas. Los dos arrancan de sde atrás y por la izquierda. Maradona aspira a ser el 10 no sólo en el número de su camiseta, sino en la posición dentro del campo, saliendo de atrás en función creadora y así locomentó "yo creo que es lo mejor para mí y para el equipo porque a Kempes hay que aprovecharlo en los últimos quince metros del campo, porque cuando impone su potencia se hace imparable". Pero Kempes, por su parte, tiene también su opinión que es contradictoria con la de Maradona, justamente opuesta, "claro, porque yo creo que el dribling y los amagos de Maradona son ideales para quebrar la ley del fuera de juego que intenta Bélgica. Si arrancara desde muy atrás lo perderíamos en el área, que es donde su genio puede desequilibrarse. Si lo tocan es penalti y sino, es gol". Consultado Menotti sobre el tema, el técnico lo salvó con su habitual inteligencia para no denunciar cuál será en definitiva su plan. "Cada uno va a ocupar en el campo la posición que más convenga al equipo en cada momento. Pueden rotar o subir y bajar de acuerdo a quien haya quedado más adelantado o retrasado en la jugada. Lo que puedo asegurar es que los dos bajarán al ataque porque toda nuestra actitud en el campo será ofensiva. No saldremos a buscar el cero a cero como esperan los belgas. Es más, estoy seguro de que en este Mundial se romperá la tradición de los últimos torneos, en los que todos los partidos inaugurales terminaron sin que se abriera el marcador. Argentina lo intentará de todas las formas posibles" afirmó.
Cuando a última hora de la tarde Menotti se enteró de que el húngaro Karoli Palotai figuraba como uno de los tres candidatos a dirigir el partido del domingo, junto al español Lamo Castillo y el israelí Abraham Klein, hizo conocer su disgusto con el húngaro "ojala que no sea él, cualquier otro me daría igual, pero a Palotai lo vi justamente cuando dirigió el partido que Bélgica ganó a Francia en Bruselas por 2-0 y aquél día no pudo controlar la violencia de los belgas. Estos, por su parte, rechazan al colegiado Eschweiler, que dirigió el encuentro Barcelona-Anderlecht. Dejó pasar sin amonestar y sin siquiera señalar la falta en algunas jugadas muy fuertes y con mala intención.
Ayer también se encontraron Osvaldo Ardiles y Keiht Burckinshaw, su técnico en el Tottenham. El jugador argentino le agradeció el gesto de trasladarse hasta Alicante, pero le ratificó que no volvería a jugar en Inglaterra. El conflicto bélico por las Malvinas aceleró su deseo de ser transferido. Incluso ya recibió algunas ofertas de clubes italianos y españoles.
Finalmente, la selección salvadoreña llegó ayer a Alicante, donde jugará con Argentina.
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