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Urruti, la increíble historia de un hombre feliz

La vida de Urruti es así de sencilla y así de complicad a. De crío juega, como todos los críos de San Sebastián, en la playa, la Concha. A los 17 años ficha por el Sanse. Dos años después, José Emilio Santamaría le quiere llevar al Real Madrid. Pero la Real Sociedad también pretende sus servicios y es en el campo de Atocha donde le dicen que irse a Madrid es el final de estación y quedarse en la Real es tener más estaciones en Barcelona, Valencia y Madrid, por ejemplo.A los 19 años, ficha por la Real Sociedad. Cuando llega a la Real, el equipo tiene un portero titular, Esnaola, y un segundo guardameta, Artola. Esnaola deja la Real y Urruti se convierte en el primer portero; Artola es suplente. Tras dos temporadas en el equipo de Atocha, el Barcelona se interesa por él, pero qué cruda es a veces la suerte que cuando todo está listo para su traspaso sufre una lesión en el codo. Le sustituye Artola y al cabo de ocho meses el Barcelona le ficha. Urruti vuielve a la portería de la Real, pero la vieja lesión del codo le da problemas. El entrenador del equipo donostiarra, Irulegui, decide en una eliminatoria de Copa frente al Celta de Vigo, colocar bajo los palos al portero que entonces era suplente, un tal Luis Arconada. Urruti ficha por el Español y se convierte de nuevo en un número uno. El pasado año, por fin, el Barcelona, que tiene a Artola de titular, le contrata. Pero Urruti se vuelve a lesionar y sólo en los últimos compases de la liga ocupa su puesto bajo los palos. Otra vez es triunfador; increíble, pero cierto.

Historial

Nombre: Francisco Urruticoechea González.Edad: 29 años. Estatura: 1,81 metros. Peso: 83 kilos. Club: Barcelona. Internacional: dos veces aficionado, dos veces sub 23 y diez absoluto. Estado civil: casado, dos hijos.

"Yo tengo acumuladas -dice Urruti- todas las experiencias que puede dar el fútbol. He visto lo mejor y lo peor. He pasado lo que la gente no se cree, he gozado la amistad y he sufrido la espalda de un amigo. En Sanse vivía un señor que me traía el desayuno a la habitación. Cuando me lesioné en el codo -Urruti tiene una endiablada cicatriz en el codo del brazo izquierdo- ya no volví a saber de él. Dejó de acudir a las concentraciones, y, por supuesto, a dirigirme la palabra. Hoy le saludo y digo que es amigo mío, pero en el fondo me quema, porque me dolió mucho su comportamiento hacia mí, me escuece lo que hizo. Por eso he luchado contra viento y marea, porque nunca perdí la esperanza de que cambiara todo de la noche a la mañana".

Pregunta: Da usted la impresión de ser un fajador nato.

Respuesta: Yo siempre me marqué metas que conseguí a pesar de que se rebelaran contra mí al principio. Y hoy pienso que debo llegar más lejos.

P. ¿Cuál es su próxima meta?

R. Ser titular del Barcelona, jugar la Eurocopa en Francia y llegar al Mundial de Colombia, dentro de cuatro años.

P. ¿Qué es la suerte, la fortuna?

R. Tener fe en algo, mucha fe. La fortuna es ver culminarse una serie de sueños.

P. ¿Cómo definiría la felicidad?

R. La felicidad es tener la conciencia tranquila, la satisfacción del deber cumplido en algunos momentos y saberte realizado no sólo en un trabajo, sino en tu vida familiar.

P. ¿Usted es feliz?

R. Soy feliz, muy feliz, una persona totalmente feliz.

P. ¿Siempre feliz?

R. Cuando estoy en horas bajas aún parece que lo soy.

P. ¿Tiene alguna receta especial?

R. Quizás mi carácter me ayude. Seguro. Procuro no tener tormentos y con ello hago la mitad del camino.

P. ¿No le atormenta su reiterada mala suerte?

R. Soy una persona agradecida, incluso creo que las lesiones son una pequeña fortuna. Todos recibimos palos y lo que para unos puede ser motivo de fracaso, para mí lo es de rebeldía, de superación, de voluntad para salir del bache.

Urruti -"lejos de casa" en vasco- es un chicarrón del norte feo y simpático. Siempre está donde se cuece el barullo. El cuenta que una de sus muchas y variadas bromas, porque es muy bromista, consistió en abrir todos los llaveros de sus compañeros de equipo y meter las llaves en un bote de harina. "¡Qué follón se montó para arrancar luego los coches!", comenta divertido. Le encanta charlar y tomarse un respiro con los amigos. En el Saler, entre el lío de preguntas, cámaras fotográficas idas y vueltas, siempre aparece la cara de un Urruti sonriente.

P. Dicen, Urruti, que todos los porteros están locos

R. Es verdad. Y si no lo es, que lo sigan diciendo; en el guardameta se confunden la locura con la valentía.

P. A usted parece que no le gusta esconderse en los rincones.

R. ¡Por Dios!, a mí me gusta dar la cara, para bien y para mal.

P. ¿Es usted un vasco en ejercicio?

R. Yo me considero vasco, nacido en España y viandante catalán.

P. ¡Qué complicado!

R. Es una definición correcta.

P. ¿Entiende usted el pensamiento de Sabino Arana y el de Telesforo Monzón.?

R. Entiendo a los dos, les respeto y creo saber asimilar lo mejor de cada uno. A mí me gustaría realizar una fusión de las ideas de ambos.

P. ¿Comprende a Jordi Pujol?

R. Claro.

P. ¿Nunca le han tentado para que se afiliara a algún partido, organización, asociación o similar?

R. Nunca.

P. ¿Cuál es su pensamiento político?

R. Creo que no puedo definirme públicamente; y no debo, además.

P. ¿Autonomista?

R. Pienso que es importante un fuero para cada región.

P. ¿Cómo ve la sociedad española?

R. La palpo con muchas ideas, pero confusas. Hay planes de trabajo que son buenos e importantes, pero a la hora de llevarlos a cabo no aparecen por ningún sitio.

P. ¿Pasota?

R. No, hombre, por favor, ¡ni hablar!

P. ¿Por qué?

R. Me disgusta la falta de respeto. Yo respeto al pasota, al travesti y a cualquiera, pero quiero ser respetado de igual forma. Mi libertad, no se me olvida nunca, termina donde empieza la de los demás.

P. ¿Miente alguna vez?

R. Me callo.

P. ¿Hace reservas mentales?

R. Sí.

P. ¿Está a favor del divorcio?

R. Lo entiendo cuando dos personas no han conseguido armonizar, porque ni hay derecho a que te agobien a tí ni tu puedes inventarte el derecho de agobiar a los demás. En esa situación hay que buscar soluciones, pero es lamentable para los hijos, a mí se me cae el alma a los pies porque observo que, los chavales son los que pagan los , vidrios rotos, la ruptura matrimonial.

Urruti -nadie le llama Francisco, ni Paco, ni tiene mote de guerra- no es partidario del aborto, "sí de los anticonceptivos"; trabaja como representante de una marca comercial, "me encanta la venta, la posventa y la relación pública"; está casado, tiene dos hijos y repite como suya una frase "que me dijo Expósito, mi entrenador en el Sanse: cuanto digan, para bien o para mal, siempre es la mitad de la níitad".

P. ¿Fútbol, fama y mujeres es un triángulo que se puede driblar?

R. Crea problemas al principio, cuando tu esposa lo padece. En mi vida con Ana no hay problemas, pero ella no tiene superado que llamen por teléfono aficionadas y aficionados para molestar.

P. ¿Fue usted un balarrasa?

R. Lo que me falta de guapo lo tengo de otras cualidades. Soy extrovertido, divertido y dado a la conversación, a hacer amigos.

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