Juan Carlos y Sofía,

reyes de España, celebran hoy su vigésimo aniversario de boda. Don Juan Carlos y doña Sofía contrajeron matrimonio en 1962 en la iglesia católica ateniense de san Dionisio en una ceremonia religiosa de rito-catélico oficiada por el arzobispo Brindisi. Posteriormente se celebró el protocolo ortodoxo, cumplimentado como acto civil, en la basílica de santa María y oficiado por el metropolitano Crisóstomos. La ceremonia finalizó con una lluvia de arroz y pétalos caida desde la cúpula. Asistieron a la boda 137 miembros de casas reales, entre reyes y príncipes, en una de las, mayores concentraciones de personas de sangre azul registradas en Europa. Mientras el entonces príncipe Juan Carlos vestía uniforme de teniente de Infantería del Ejército español, la princesa Sofía lucía un vestido de seda entreverada de plata ligera con velo y cola de ocho metros de largo. El idilio de los actuales reyes de España había comenzado un año antes en la boda de los duques de Kent, en Londres, donde el protocolo los colocó como pareja. Los príncipes se conocieron durante un crucero por las islas griegas en 1954 pero los contactos posteriores habían sido muy esporádicos. Tras el reencuentro en Londres en 1961, iniciaron unas relaciones que quedaron establecidas oficialmente con la petición de mano de la princesa por parte del conde de Barcelona, Juan de Borbón, para su hijo, al rey Pablo de Grecia, el 12 de septiembre de ese mismo año en Vieille Fontaine, residencia habitual de la reina Victoria Eugenia, abuela del pretendiente, en Lausana, Suiza. Después de las nupcias, la pareja realizó un largo viaje de luna de miel y posteriormente instaló su residencia en las cercanías de Madrid. Tras veinte años de unión, la vida de Juan Carlos y Sofía, padres de tres hijos, se caracteriza por su sencillez.