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Un presunto 'etarra' detenido en Madrid ejerció como abogado laboralista para UGT

Uno de los presuntos miembros de ETA Político-militar detenido en Madrid hace unos días, Francisco Javier Barandiarán Irigoyen, venía ejerciendo desde hacía más de un año la abogacía al servicio de la Unión General de Trabajadores (UGT), sin estar inscrito en el Colegio de Abogados.Según han informado a Europa Press medios próximos a la investigación policial, en octubre de 1981 el abogado madrileño Francisco Javier Barandiarán Porta presentó en el Juzgado de Instrucción número 2, de Madrid, una denuncia por un supuesto delito de intrusismo, cuyo responsable, según las averiguaciones realizadas, parecía ser Francisco Javier Barandiarán Irigoyen. La denuncia fue presentada al tenerse conocimiento de que éste último estaba prestando servicios a UGT como abogado en las Magistraturas de Trabajo, sin estar colegiado.

De acuerdo a las mismas fuentes policiales, Barandiarán Porta llegó a recibir un cheque de cerca de 80.000 pesetas, así como numerosas notificaciones y comunicaciones sobre juicios en los que no había participado. Todas esas notificaciones le fueron enviadas a Francisco Javier Barandiarán, al ser el único abogado inscrito con esa nombre en el registro correspondiente.

En enero de 1982, añadieron las mismas fuentes, el Colegio de Abogados de Madrid tuvo también conocimiento de esta irregularidad, pero hasta la fecha parece ser que la única de las pocas prácticas realizadas ha sido la de tomar declaración, el pasado año, al denunciante del supuesto delito de intrusismo.

Se cree que Barandiarán Irigoyen, presunto miembro de ETApm detenido hace unos días, ha participado en numerosos procedimientos al servicio de la central sindical socialista, sin reunir las condiciones para ello y que las Magistraturas de Trabajo no exigieron la acreditación necesaria, guiados por la confianza hacia el supuesto letrado y la condición de los trabajadores a los que representaba.

Las citadas fuentes policiales han señalado que el detenido, Barandiarán Irigoyen, mantenía muy buenas relaciones con Euskadiko Ezkerra, organización a la que, según las primeras investigaciones practicadas, había facilitado información reservada sobre la UGT.

Fuentes de UGT consultadas por EL PAIS informaron que Javier Barandiarán venía colaborando desde hacía largo tiempo con la Federación Provincial de Comercio de UGT de Madrid en calidad de abogado -al menos como tal siempre se les había presentado y que se ocupó de diversos casos llevados ante la Magistratura. Las citadas fuentes aseguraron que nunca se había significado políticamente ni estaba afiliado a UGT.

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