Herbert Lahmann,
psicólogo de Stutgart, ha hecho una encuesta entre aprendices y jóvenes trabajadores de la República Federal de Alemania y ha llegado a la conclusión de que los muchachos germanooccidentales sueñan con jubilarse a los veinticinco años, aunque sea con una pensión pequeña. Los jóvenes alemanes son contrarios a todo lo que exija un esfuerzo o sacrificio y muestran escaso interés por el amor y por la felicidad dentro de la familia. Para los 4.000 encuestados por el doctor Lahmann la felicidad consiste en tener una mujer pechugona, llevar bastante dinero en el bolsillo, tener una cuba de vino una hamaca en el jardín.
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