El día de Jueves Santo será fiesta en 21 provincias españolas

El día de Jueves Santo sólo será festivo en Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla-León. En las restantes provincias españolas se trabajará dicho día y no el lunes de Pascua. La confusión surgida en los últimos días en torno a este tema tiene su origen en una proposición no de ley que presentó el Grupo Andalucista del Congreso para que fuera declarado festivo en todo el territorio nacional el Jueves Santo en lugar del lunes de Pascua, pretensión rechazada por la Minoría Catalana, ya que en Cataluña -al igual que en el País Valenciano y las Islas Baleares- la tradición ha impuesto que sea festivo el lunes de Pascua en lugar del Jueves Santo.

El calendario laboral vigente establece que el Jueves Santo es día laborable a todos los efectos. Sin embargo, y debido a la facultad que poseen los órganos de gobierno de las comunidades autónomas o preautonómicas de fijar algunas fiestas en sus respectivos territorios, debido a la tradición local de cada una de ellas, los trabajadores de Andalucía y las dos Castillas podrán librar el día de Jueves Santo, sin perder la retribución económica que corresponde al citado día festivo.Por lo tanto, no se trabajará el día de Jueves Santo en las siguientes provincias españolas: Huelva, Sevilla, Cádiz, Almería, Jaén, Málaga, Granada y Córdoba (Andalucía); Albacete, Cuenca, Toledo, Guadalajara y Ciudad Real (Castilla-La Mancha), y León, Zamora, Salamanca, Valladolid, Soria, Palencia, Burgos y Avila (Castilla-León). La particularidad que ofrece esta última comunidad autónoma es la de la provincia de Segovia, por el contencioso que tiene pendiente sobre su integración en Castilla-León o su constitución como comunidad autónoma uniprovincial. Según los testimonios recogidos por este periódico tras consultar a la UCD segoviana, a un miembro del Gobierno y al gobernador civil de la provincia, el Jueves Santo se trabajará en Segovia. En Madrid, lógicamente, al tener consideración de comunidad autónoma uniprovincial no integrada en Castilla, se trabajará igualmente el día de Jueves Santo y se librará el lunes de Pascua.

El pleno del Congreso de los Diputados del pasado jueves, que abordó esta cuestión a raíz de la proposición no de ley presentada por los andalucistas, acordó, con el apoyo de todos los votos de la Cámara excepto los de la Minoría Catalana, que en el próximo año, 1983, el Jueves Santo será festivo en toda España. Lo que ha quedado pendiente de posteriores debates es si esta fiesta se va a sumar a la del lunes de Pascua o se va a sustituir una por otra. El diputado centrista andaluz Francisco de la Torre, que fue el encargado de defender la posición de su grupo parlamentario en el Pleno, recordó que la Conferencia Episcopal Española no había incluido el día de Jueves Santo como festivo por su contenido religioso y que, en todo caso, si el Gobierno y el Episcopado llegaban a un acuerdo al respecto antes del próximo jueves, este día aun podría haberse declarado festivo para el presente año.

Sin embargo, ayer, en unas declaraciones efectuadas a la agencia Efe, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el asturiano Gabino Díaz Merchán, reiteró que el Jueves Santo no es día de precepto, por lo que corresponde al Gobierno decidir si lo va a incluir o no en el calendario laboral anual como día festivo. El presidente del Grupo Parlamentario Centrista y ministro adjunto al presidente del Gobierno, Jaime Lamo de Espinosa, tras conocer las palabras de DIaz Merchán, dijo que el Gobierno no iba a declarar para este año el Jueves Santo día festivo, pero sí para el próximo. "No es serio", manifestó Jaime Lamo, "alterar el calendario laboral cuatro días antes de la fiesta. Las empresas ya han hecho sus cálculos, los trabajadores ya saben desde que entró en vigor el calendario laboral que -excepto en la comunidades autónomas citadas el Jueves Santo se trabaja y mucha gente ha sacado sus billetes con arreglo a la actual normativa vigente para irse de vacaciones, luego no procede cambiarlo a estas alturas del año".

La Conferencia Episcopal Española decidió cuatro fechas festivas con efectos en todo el territorio nacional debido a su carácter religioso: el día de la Inmaculada (8 de diciembre), el de la Asunción (el 15 de agosto), el de Viernes Santo y el día de Todos los Santos, el 1 de noviembre.