Los clubes amenazan con hacer uso de sus juveniles para impedir la huelga

Los clubes de fútbol no aceptan una tercera huelga de jugadores para el próximo 11 de abril y rompen toda posibilidad de negociación con la AFE. Para adoptar esta postura se reunieron ayer los presidentes de los clubes de primera, segunda y segunda B, quienes decidieron además celebrar la jornada de Liga "con la plantilla de juveniles o aficionados", caso de que los profesionales, en parte o en su totalidad, se nieguen a jugar. El Real Madrid, inmerso en decisiones electoralistas de última hora, regresé, a la Federación y envió su representante, en este caso Luis Martínez Laforgue, con la intención, además, de acudir cuantas veces sea preciso.

Cinco horas duró la reunión de presidentes, a la que no asistieron, como dato destacado, los representantes de Zaragoza, Real Sociedad y Atlético de Madrid, además de otros 20 clubes. Previamente a su celebración se suponía que la postura a adoptar sería de fuerza. El argumento utilizado por los representantes de clubes era que los seis puntos que la AFE presentó como motivación para solicitar la huelga no se corresponden con los que firmaron los jugadores en actas notariales. Así, los presidentes se suponen cargados de razón y optan por medidas de disuasión que posiblemente no lleguen a producirse. Las medidas en síntesis eran las de celebrar los encuentros, con juveniles o aficionados, y no negociar con la AFE. Sin embargo, y a pesar de que los clubes, a través de su portavoz, Ramos Costa, presidente del Valencia, quisieron dar una imágen de unanimidad y fortaleza, ésta se comenzó a romper con rapidez. Algunos presidentes dudan de la oportunidad de alinear a juveniles cuando sus equipos se jueguen un descenso o un título de Liga. Es el caso del Spórting, quien aduce problemas de "pureza de la competición". Es dificil creer que el Spórting, con la segunda división pisándole los talones, aceptejugarse con juveniles el descenso. Más difícil, resultaba para otro presidente, "que lo haga el Barcelona con la posibilidad de alcanzar el título de Liga", si bien es cierto que Núñez se mostró firme en sus declaraciones, llegando incluso a afirmar que la AFE era culpable de los males del fútbol y aludiendo al comportamiento de centrales sindicales corno responsables de la mala marcha económica del país. Núñez, como solución, aportó la de copiar los comportamientos de los japoneses.Referente a, los pagos a fútbolistas, las noticias son discrepantes, por cuanto si la Federación manifiesta haber pagado todo, la AFE calcula unos impagos cercanos a los 80 millones. Sorprendentemente, Ramos Costa, y referente al tema de la cantidad de seis millones que la Federación pagaría a la AFE en compensación por el partido internacional que ésta tenía pensado celebrar, afirmó que la AFE no los ha cobrado porque no ha querido.

Ramos Costa, que se permitió dudar de la capacidad intelectual de los profesionales del fútbol, recomendó a la AFE que se dedicara a labores de asesoramiento y no de desorientación. De forma paternal, Ramos Costa anunció que los clubs hablarían con los jugadores "para contarles la verdad y que hemos cumplido todos los puntos" y se mostró convencido de que los jugadores del Valencia jugarían el día 11, si bien amenazó con rescindir el contrato de aquellos profesionales que secunden la huelga, hecho que otro presidente entendió, irónicamente, como un claro favor a Núñez para que éste fichara a jugadores del Valencia.

Por último, y de forma sorprendente, Benito Castañeda, abogado de la Federación y que se autoreconoció experto en temas fiscales, dio la razón a los futbolistas en lo referente a que sus ingresos se califiquen como rentas irregulares.