'Sólo para hombres', una comedia
Fernando Fernán Gómez domina todos los registros de la interpretación teatral. Es, como hombre de teatro, un artista de talla excepcional, que une a la singularidad de su manera de actuar un conocimiento enciclopédico, quizás de origen intuitivo, de las for.mas teatrales ortodoxas. En la comedia, por ejemplo, Fernán Gómez ha sido y es, pese a que suele practicarla escasas veces, inimitable. Su creación de El caso del señor vestido de violeta, de Miguel Mihura, puede quedar como ejemplo.De Miguel Mihura es también la comedia que presenta esta no che Fernán dómez en la serie que le dedica TVE. Se trata de Sublime decisión, traducida al cine por un Solo para hombres tan expresivo como el título original. Es una comedia teatralmente muy bien hecha, una de las más acabadas de Mihura. Se digiere como un suspiro y, aunque es liviana, tiene una secreta carga de visión escéptica de nuestro mun do y nuestra gente.
La sublime decisión a que Mihura se refiere es la que, a principios de siglo, tuvo una mujer española cuando decidió trabajar como burócrata en un ministerio, hasta entonces solo para hombres. Ni Mihura ni Fernán Gómez convierten este acto, mitad suicida y mitad pionero, en un pretexto para excarbar en cuestiones relacionadas con el feminismo y sus luchas. Les interesa más que la sublimidad de la decisión, su secreto carácter absurdo, que a su vez echa luz sobre las absurdas formas de relación entre hombres y mujeres en la absurda pequeña burguesía española.
Fernán Gómez dirige la comedia con la soltura de quien pisa en terreno que se sabe al dedillo. Hace lo que quiere y como quiere. La película parece que discurre sola, con tal grado de espontaneidad que parece no dirigida, casi inventada sobre la marcha. Mihura le va a este director y actor como anillo al dedo. Fernán Gómez redondeó esta impresión en un tercer trabajo cinematográfico sobre Ninette y un señor de Murcia, otra excelente comedia de Mihura excelentemente traducida por él al cine.
Como casi siempre ocurre con las películas de Fernán Gómez, cierto descuido general cede paso, de repente, a zonas más intensas, sobre las que el directoer parece volcarse con un inesperado esmero. En Solo para hombres estas escenas son las descripciones de burócratas en el Interior del viejo Ministerio de Fomento. Hay tipos antológicos diseñados por Mihura, que Fernán Gomez potencia aun más. Esta zona del filme es magnífica, y se encuentra entre lo mejor de este sigular cineasta.
Solo para hombres se emite esta noche a las 21.35 por la segunda cadena
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