Dos redactores de Radio Castilla, despedidos por razones políticas

Dos periodistas de Radio Castilla, emisora asociada a la Cadena Ser, han sido despedidos por mostrar su desacuerdo con una serie de instrucciones emanadas por la dirección que suponían un recorte total a la libertad de expresión en lo concerniente a información política, social y laboral, y un cambio brusco en la orientación objetiva y pluralista de sus informativos.José Luis Guerrero, jefe de los servicios informativos de la emisora durante dos años y medio, y Ernesto Sáenz de Buruaga, redactor en la misma desde hace dos, habían conseguido, precisamente por implantar una información sin ataduras, colocar a Radio castilla en primera línea de la audiencia radiofónica en Burgos. Cuando ellos se hicieron cargo de los informativos, la emisora contaba con el 50% de la Audiencia y, en la actualidad, ésta había alcanzado el 80%.

Pero, según el director y copropietario de la emisora, Fidel Angel Martínez de la Fuente, al que se le atribuyen ideas ultraderechistas, en los últimos meses se habían producido numerosas quejas, por parte de innominados sectores de la vida burgalesa, sobre lo que él denomina "acusado cariz político que se trasluce en los informativos".

En base a estas críticas y aduciendo su deseo de ofrecer una información "sin matiz político de ningún signo", el mencionado director pasó a los redactores una serie de instrucciones cuyo incumplimiento sería objeto de sanción. Tales instrucciones prohibían la difusión de toda clase de comunicados, noticias o ideas "que impliquen publicidad o propaganda para grupos o ideologas de cualquier tipo"; establecían que toda información nacional, local o regional, referida a partidos políticos, incluyendo cualquier entrevista con sus líderes, o afiliados, debería ser previamente autorizada por la dirección, que también revisaría su redacción y grabación y, que, en el supuesto de entrevistas en directo, habría que facilitar antes, "para su aprobación o rechazo", el nombre del entrevistado y el tema a tratar.

El mismo día en que recibieron las instrucciones, en cabecera de los informativos los redactores expusieron que se había producido un golpe de timón en la línea informativa.