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El congreso de Euskadiko Ezkerra define a este partido como "socialista abertzale"

El congreso Constituyente de Euskadiko Ezkerra aprobó por amplia mayoría una enmienda presentada por Mario Onaindía, que defendía el abandono de la adscripción a la ideología nacionalista. Este ha sido uno de los temas que, junto a la enmienda relacionada con la ruptura de la tregua de ETApm, ha provocado hasta ahora mayor grado de tensión entre los participantes. Alrededor de 514 delegados votaron a favor de una definición del partido como "socialista abertzale" mientras 286 propugnaban la fórmula de "nacionalismo de izquierdas" y 53 se abstenían.La enmienda que defendía la idea según la cual el nuevo partido, lejos de constituirse en "bisectriz entre socialismo y nacionalismo", ha (le convertirse en algo nuevo que supere simultáneamente las limitaciones de una y otra corriente, fue aprobada por una amplia mayoría.

La presentación de dos enmiendas a la ponencia de estrategia, que fueron sometidas a votación de una forma un tanto peculiar y no prevista -ya que los delegados optaron por un texto contra otro, en lugar de definirse ante los textos por separado revelaban posiciones claramente diferenciadas en el seno del congreso que dejaban entrever discrepancias más profundas que las emanadas de las definiciones "socialista abertzale" o "nacionalista de izquierdas".

El texto presentado por Mario Onaindía supone una crítica al modo en que históricamente se ha presentado la lucha nacionalista en Euskadi que, en su opinión, no solo "ha impedido que el pueblo vasco se constituyera como nación", sino que ha provocado un enfrentamiento en el seno de la clase trabajadora, entre inmigrantes y autóctonos. En ese sentido la enmienda es significativa, al señalar que la ideología generada por el partido en su estrategia "es la que nace de la unión del socialismo y el abertzalismo, que además de ir constituyendo una cultura nacional, garantiza la hegemonía de la clase trabajadora en el bloque histórico".

Por su parte, los representantes de la tendencia partidaria de una ideología "nacionalista de izquierdas", parcialmente identificable con el sector que obtuvo el 38% de las votaciones del congreso para manifestarse en contra de la resolución de condena de la ruptura de la tregua por parte de ETApm, defendían que la superación de la conflictividad entre nacionalismo y socialismo requiere una nueva articulación basada en la síntesis de ambas corrientes ideológicas.

Aunque el congreso discurre con cierta distensión, ciertos debates producen la impresión de que las diferencias subyacen en el seno del partido.

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